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José García Domínguez

Las becas para ricos del PSOE

Nuestro Gobierno presume de izquierdista y de rojísimo, pero la OCDE no termina de encontrar los motivos objetivos para tanto alarde cara a la galería

Nuestro Gobierno presume de izquierdista y de rojísimo, pero la OCDE no termina de encontrar los motivos objetivos para tanto alarde cara a la galería
El ministro de Universidades, Joan Subirats | Europa Press

En un oficio como el de los economistas, tan desprestigiado y lleno de charlatanes exhibicionistas, existen, sin embargo, algunas excepciones individuales que permiten tomar todavía un poco en serio a ese gremio. Y el catedrático José García Montalvo, uno de los contadísimos observadores que alertó del inmenso desastre nacional en que iba a terminar la locura inmobiliaria cuando el grueso de sus colegas nos aseguraba que gracias al tocho España iba bien, es uno de ellos. Bueno, pues a Montalvo es al único al que ahora he visto reparar en el muy solemne ejercicio de contradictoria hipocresía de la izquierda gobernante y bienpensante a propósito de las becas para ricos de la Comunidad de Madrid.

Pues, según parece, a nadie se le ha ocurrido todavía detenerse en el pequeño detalle de que los precios públicos universitarios que ha fijado un muy iconoclasta ministro barcelonés de Unidas Podemos, el también catedrático Subirats, apenas cubren el 15% el coste real de las matrículas, que se estima en unos 8.500 euros por curso. Una subvención universal a los universitarios inscritos en la red pública de la que que se benefician sobre todo los ricos. Porque, contra lo que predica el tópico al uso, los ricos españoles, como los europeos continentales en general (los anglosajones habitan otro mundo aparte), siguen estudiando en las universidades públicas, mucho mejores que las privadas desde todos los puntos de vista.

Así las cosas, ¿cómo explicar que constituya un escándalo intolerable que se subvencione a una familia pudiente la matrícula escolar de 8.000 euros, pero que, al tiempo, consista en un acto de justicia social el seguir subvencionando los mismos 8.000 euros anuales que costará el paso a la universidad de su prole? Átenme esa mosca por el rabo. Nuestro Gobierno presume de izquierdista y de rojísimo, pero la OCDE no termina de encontrar los motivos objetivos para tanto alarde cara a la galería. Según ese organismo, que tampoco es precisamente la Komintern, España constituye uno de sus miembros que menos gasto social destina a los de abajo (solo un 10%) y que, en cambio, más ayudas orienta hacia los de arriba (un 26%). Menos globos, compañeros.

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