Menú
Pablo Molina

Méndez y Toxo, como el baúl de la Piquer

La verdadera lucha social de nuestros días se libra entre quienes pagan impuestos, usted y yo, y los que viven de ellos, como Méndez y Toxo.

La verdadera lucha social de nuestros días se libra entre quienes pagan impuestos, usted y yo, y los que viven de ellos, como Méndez y Toxo.

Los máximos dirigentes de UGT y CCOO, promotores de la huelga general del próximo día 14, están de gira por las principales capitales de España para explicar las razones del paro que han decidido convocar en defensa de los trabajadores. Ayer le tocó el turno a Murcia, qué se le va a hacer, pero lo más curioso de la tournée sindical es que estas reuniones las mantienen con los delegados regionales de los propios sindicatos, a los que también hay que persuadir para que se sumen a la huelga porque igual ni siquiera ellos andan muy convencidos.

La buena noticia es que Méndez y Toxo ya tienen perfectamente identificados a los responsables de la crisis económica, a saber, el gobierno (actual) y los empresarios (no progresistas). Según los dos representantes máximos de la voluntad obrera, el gobierno de Rajoy desmantela los derechos de los trabajadores a golpe de BOE y los empresarios se aprovechan de la situación para despedir a los obreros, porque todo el mundo sabe que lo que quiere cualquier gobierno es destruir empleo y que no hay empresario que no sueñe cada noche con la posibilidad de cerrar su empresa para echar a la puñetera calle a sus asalariados.

UGT y CCOO han agudizado sus críticas a los empresarios desde la aprobación de la reforma laboral –por cierto, la que ellos aplican para poner en la puñetera calle a sus trabajadores tras el descenso acusado del trinque presupuestario–. La lucha de clases entre los obreros y los propietarios de los medios de producción recupera así su lozanía para enmascarar la verdadera lucha social de nuestros días, la que se da entre los que pagan impuestos, usted y yo, y los que viven de ellos, como Méndez, Toxo y su alegre muchachada de liberados.

Porque hasta los sindicalistas saben que la práctica totalidad de los empresarios españoles, la mayoría autónomos, trabajan hoy en día tanto o más que sus empleados, así que, en esencia, forman parte también de la clase trabajadora. La huelga anunciada iría entonces contra los grandes patronos, aquellos que exprimen al obrero para robarle la parte de las ganancias que le corresponde, según la escatología marxista. Pero de esos últimos, según los criterios de la UE basados en la facturación anual, en España quedan solamente unos 4.500, ¡siete veces menos que liberados sindicales! Así que, de seguir la lógica sindical, España, país con 47 millones de habitantes, 17 millones de trabajadores, 5 millones de parados y 3,2 millones de empresas, va a sufrir una huelga general para evitar que esos cuatro mil quinientos señores actúen con sus trabajadores como UGT y CCOO hacen con los suyos.

Normal que Méndez y Toxo estén haciendo estos días más kilómetros que el baúl de doña Concha Piquer. Tienen mucha tarea por delante para convencer a los trabajadores, empezando por sus afiliados, de la necesidad de otra huelga general; pero sobre todo para evitar que la gente los señale cuando, el día de la huelga, lean en la pancarta el lema: "Hay culpables".

Temas

En España

    0
    comentarios