Menú
Pablo Planas

La yihad constitucional y Mas, el MHP

Para el nacionalismo catalán cualquier excusa es buena, hasta una matanza terrorista en Europa, para vender el histórico mojón de la independencia.

Para el nacionalismo catalán cualquier excusa es buena, hasta una matanza terrorista en Europa, para vender el histórico mojón de la independencia.

Hay que tener el punto de mira bastante desviado y el cerebro muy pasado por el centrifugado para lograr equiparar los atentados terroristas de París con las denuncias admitidas a trámite por el TSJC contra Artur Mas por el 9-N; el fundamentalismo con el constitucionalismo y los fusiles de asalto kalashnikov con la policía y los juzgados. La periodista de cabecera del líder de CiU, Mònica Terribas, consiguió tal proeza en el programa matinal de Catalunya Ràdio, la radio pública regional, del pasado viernes, tal como demuestra este vídeo.

París era un campo de batalla y en la confortable Barcelona una aguerrida periodista leía una soflama a la mayor gloria del proceso separatista que, por si se quieren aliviar la visión del inenarrable documento videográfico, se resume en las siguiente palabras, interpretadas por la locutora con la pasión de Vivian Leigh en el papel de Escarlata O'Hara en Lo que el viento se llevó:

La matanza de Charlie Hebdo nos refuerza en una convicción: en un país libre no se limitan los derechos a la libertad de expresión y opinión de las personas, ni con kalashnikovs ni -salvando todas las distancias, todas- con políticos e instituciones que esquivan los problemas de fondo a través de la policía y de los juzgados.

También salvando todas las distancias, el presidente de la Generalidad incurría el domingo en mayores excesos al presentarse en la capital francesa con la excusa de que, "además de la libertad de expresión, hay que defender las libertades políticas", tras haber escrito un artículo para La Vanguardia en el que aseguraba:

Conviene mostrar respeto por las creencias de los otros y, personalmente, no me identifico con un tipo de humor deliberadamente ofensivo. Pero, como dice David Brooks, la provocación y la sátira tienen un papel en nuestra sociedad: exponen la debilidad y vanidad que supone actuar con orgullo, pinchan la autosuficiencia y muestran nuestras debilidades, lo que nos permite tomar conciencia y mejorar. El fundamentalismo, en cambio, consiste en interpretarlo todo a rajatabla, y eso es muy pobre. Incapacita para hacerse cargo de que hay distintos puntos de vista.

Para el nacionalismo catalán cualquier excusa es buena, hasta una matanza terrorista en Europa, para vender el histórico mojón de la independencia. A este paso, Mas acabará haciendo declaraciones sobre el pueblo catalán oprimido a las puertas de la Super Bowl rodeado de periodistas de TV3. Sólo el MHP (Molt Honorable President) puede caer más bajo.

Temas

En España

    0
    comentarios