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Pedro de Tena

El muro andaluz

El día 25 de mayo hay que entrenar. Hay que frenar en seco la operación Susana gatoparda y su régimen de gananciales con IU.

Predicaré en el desierto, una vez más. Lo más importante y urgente que tenemos que hacer los andaluces en este momento es lograr el cambio político porque quien nos gobierna, no sólo es una zapaterista confesa y militante capaz de firmar un decreto y su contrario en 24 horas –¿recuerdan a aquel nefasto personaje que nos sumió en la noche oscura de la crisis y los seis millones de parados negándolo todo?–, sino que está en manos de un partido comunista que trota por la ley y el presupuesto como un pollo sin cabeza. De todos es sabido, menos para Susana Díaz y sus socios, que el muro de Berlín cayó va a hacer en noviembre 25 años. En Andalucía, 10 años antes de la caída de aquella vergüenza para la humanidad ya gobernaba el PSOE con el PCE en municipios y diputaciones y en 1982, siete años antes, el PSOE comenzaba su ocupación clientelar de Andalucía y la construcción del más implacable muro político que se recuerda en España.

Es evidente que para conseguir que Susana Díaz no pueda ascender hacia la materia gris de un PSOE incapaz de reformarse –lo que sería volver al zapaterismo–, y para lograr que un aire de eficiencia económica y social y de libertades efectivas llegue por fin a la Andalucía parable del 36 por ciento de desempleo desde hace 32 años, hay que votar por el cambio. Ya sé que los andaluces no tenemos ganas algunas de ir a votar en las próximas elecciones europeas. En las pasadas, los votantes andaluces fuimos muchos menos que los votantes españoles y eso que entonces aún no había ganado el PP de Rajoy. En esta ocasión, además de la jaqueca producida por algunas políticas incomprensibles del gobierno nacional, los andaluces padecemos la perpetuación de un régimen que, tras colocar a los propios en todas partes y corromperlo casi todo, ha condenado a esta tierra a estar en la cola de Europa y en ello sigue.

Por tanto, hay que ir a votar. Con la nariz tapada, haciendo de tripas corazón o mirando al tendido, andaluces, levantémonos el día 25 de mayo y vayamos votar a los partidos, grandes y pequeños, que pueden representar ese cambio. Ya sé que predico en el desierto. Sé que el PP no comprende la verdadera esencia del papel de Andalucía en España y la necesidad de un Sur fuerte, próspero y limitador de las aventuras centrífugas de quienes han aprovechado los recursos de todos para encaminarse, ahora, a la independencia. Sé que tampoco comprende su función liberadora y liberizadora de esta tierra. Sé que los otros partidos que pueden ayudar al cambio son minúsculos. Pero ya saben, del mal el menos. Hay que ir a votar por el cambio, la única esperanza de salir del hoyo que tiene Andalucía. Voten a quien quieran que crean represente el cambio, pero voten por el cambio.

El día 25 de mayo hay que entrenar. Hay que frenar en seco la operación Susana gatoparda y su régimen de gananciales con IU y hay que despertar en la sociedad civil andaluza el sentimiento de que si queremos, podemos. Pues si lo queremos, hay que ir a votar para hacer que este PSOE andaluz apulgarado, corroído y cínico (no me refiero a los honrados militantes, que los hay) no gane las elecciones europeas comenzando así el principio del fin del muro de Despeñaperros.

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