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Pedro de Tena

La pasarela nacional y el nuevo modelo trotsko-andalucista

Hay razones de sobra para el anticipo electoral y seguir nadando por las aguas tranquilas PSOE-Cs que sostendrán el régimen cuatro años más.

Llevamos ya un tiempo pendiente de la pasarela nacional por donde van desfilando diferentes modelos en cada partido que se precie. Está claro que en la hora actual las ideologías tienen menos proyección que los modelos de partido porque son éstos los que dan poder y control de los aparatos, por minúsculos que sean.

El primer partido que hizo su exhibición fue el PSOE. Contra el modelo socialdemócrata de y nacional de toda la vida – que por eso el PSOE lleva la E en su sigla -, , asentado en los afiliados cotizantes, las federaciones y las agrupaciones, sacó la patita una nueva idea de partido con simpatizantes nebulosos, con la nación de naciones a cuestas donde unas son más iguales que otras y otros bla, bla, bla para germinar instaurando el poder cada vez más frondoso de una Ejecutiva nacional que manda mucho más que negocia. El intento quiso ser abortado a tiempo pero al final el monstruo nació y a la primera de cambio, gobernó.

El segundo partido que hizo su paseíllo fue la vieja Convergencia Democrática de Cataluña de la que ya no queda ni el PdeCat. En un pispás, dirigido por un pollo sin cabeza pero con la cresta separatista crecida como una verruga, el modelo paternalista del padre patrone Pujol, puesto en evidencia como ratero mayor del condado, dejó paso a una batalla interna por un modelo nuevo donde el que mandara fuera el payés errante de Gerona y antecedentes familiares andaluces. Todavía anda en ello. Pero ahora parece consolidarse un nuevo modelo con dos gallos en el corral, con ERC cabreada y postergada y un PSO sin E bendiciéndolo todo.

Luego vino el PP, que pasó de ser partido refundado a partido resquebrajado por la supina anestesia política y moral de un Rajoy incapaz de darse cuenta del desastre que provocaba. En un ambiente escéptico – no en vano tanto Casado como Cospedal asistían semana tras semana al conclavillo donde, que se sepa, nunca dijeron nada relevante -, la cosa está entre en modelo CNI de una Soraya que sería omnipotente del todo menos para ilusionar a unas bases desarmadas y un modelo no se sabe qué pero con dos leves gotas ideológicas que nadie comprende muy bien. Aquí se va a optar por lo menos malo, como siempre.

Y ahora, cuando parecía que el pablismo había resuelto sus problemas de pasarela con sus últimas purgas - ¿recuerdan a Errejón? -, sale por los cuatro costados el nuevo modelo andaluz de un Podemos que ni siquiera parece vaya a llamarse así sino "Adelante Andalucía". La nuestra fórmula incluye una confluencia cada vez más camino de la absorción de una Izquierda Unida lejana al eurocomunismo del viejo PCE de la transición – ya saben que el trotskismo de Teresa Rodríguez, El Kichi y los suyos es dinamitador del socialismo en un solo país reinterpretando España como país de países, entre los que Andalucía va a ser uno de ellos -, y una reconstrucción frankesteiniana del andalucismo.

Pues bien, este modelo, que incluye la situación de combate contra el "subdesarrollo" persistente de la región andaluza respecto a otras regiones de España y Europa como pecado mortal del PSOE corrupto que asola el Sur, es el que acaba de imponerse en las elecciones primarias de Podemos en Andalucía sobre un pablismo-leninismo que predicaba las ventajas de un mando centralizado en toda España. Lo que ha ocurrido es que le centralización cercana andaluza impuesta por Teresa Rodríguez se ha impuesto a la "monarquía" lejana de los Pablos e Irene. Con ellos, Blas Infante sufrirá la enésima reinterpretación.

Este nuevo modelo rima bien con el prototipo de Pedro Sánchez - Andalucía va a ser una de las naciones de España -, y concuerda al dedillo con la huella reivindicativa del separatismo vasco-catalán. Sin embargo, no parece que la España asimétrica en derechos, deberes y recursos, vaya a ser del agrado de esta nueva taifa del Sur que no parece tener ni idea de geopolítica ni de economía ni de historia ni de casi nada. Está por ver que Susana Díaz vaya a dejar florecer el peligro que suponen para ella misma y para una reconstrucción socialdemócrata del PSOE.

En las próximas elecciones, los demás partidos apenas cuentan. Los últimos estudios arrojan un descalabro histórico del PP que pasará de los 50 escaños de 2012 a alrededor de 23, quedando por debajo incluso del Ciudadanos de Juan Marín que superaría a un "Adelante Andalucía (Podemos+IU), a la baja. Razón de sobra para el anticipo electoral y seguir nadando por las aguas tranquilas PSOE-C´s que sostendrán el régimen cuatro años más.

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