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Pedro de Tena

Manual del verificador y el discurso del Rey

¿Qué podemos hacer los ciudadanos? ¿Nada? ¿Puede ser tal indefensión posible en una democracia que se precie? 

Hay que preguntarse cómo este nombramiento de verificador de las negociaciones separatistas-gobierno socialista por el resistente, a la nación española por lo visto, del manual que no ha escrito tampoco, afecta a la Monarquía de Felipe VI. Nos afecta a todos, claro. A más de la mitad de la Cataluña no separatista. A cada una de las regiones que van viendo cómo el privilegio de ser separatista se impone día a día. Al Congreso y al Senado que, por lo visto, ya no representan a la nación española y a muchas otras cosas. Pero, ¿y a la Monarquía?

La figura del mediador verificador aprobado por Pedro Sánchez tiene por función asistir y dar cuanta de cómo se desarrollan las negociaciones del gobierno de España con la minoría separatista y sus 21 condiciones. Pero es que estas condiciones desautorizan con claridad el famoso y más que oportuno discurso del Rey el pasado mes de octubre de 2017.

Recordemos algunos párrafos de aquel discurso y subrayemos las condiciones de los separatistas que, inexplicablemente, el gobierno socialista de Pedro Sánchez, acepta negociar con un verificador internacional, o no.

Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática. Y en estas circunstancias, quiero dirigirme directamente a todos los españoles. Todos hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada -ilegalmente-la independencia de Cataluña.

Así comenzaba el Rey su discurso del día 5. Y esto dice el segundo punto de la negociación separatistas-gobierno socialista: Reconocimiento del derecho de autodeterminación del pueblo de Cataluña, que se ha de hacer efectivo.

Seguía el Rey: "Desde hace ya tiempo, determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución y su Estatuto de Autonomía, que es la Ley que reconoce, protege y ampara sus instituciones históricas y su autogobierno. Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado. Un Estado al que, precisamente, esas autoridades representan en Cataluña."

Y otros puntos de la proclama separatista dicen:

Admitir que la cultura franquista pervive y es incompatible con la democracia española Admitir que la impunidad de las actitudes fascistas tiene relación directa con esto Compromiso para aislar a los grupos neofascistas
Denunciar los privilegios derivados del franquismo
Iniciar un proceso de desfranquización y de un debate sobre la monarquía


El Rey añadió:

A los ciudadanos de Cataluña –a todos- quiero reiterarles que desde hace décadas vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley. Porque, como todos sabemos, sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en Cataluña, ni en el resto de España, ni en ningún lugar del mundo. En la España constitucional y democrática, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos.

Fíjense en otros puntos de las bases de negociación del gobierno separatista catalán:

Superar la vía judicial, que ha de abandonarse
Acabar con la limitación de derechos fundamentales
Acabar con la complicidad de la policía y los jueces con la ultraderecha


Terminaba el Rey:

Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos. Porque nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos. Y lo son porque están basados en el deseo de millones y millones de españoles de convivir en paz y en libertad. Así hemos ido construyendo la España de las últimas décadas. Y así debemos seguir ese camino, con serenidad y con determinación. En ese camino, en esa España mejor que todos deseamos, estará también Cataluña.

Termino ya estas palabras, dirigidas a todo el pueblo español, para subrayar una vez más el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia, mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España.

Ahora hay que preguntarse cómo queda la monarquía, si conocía o no la decisión de Sánchez de aceptar el punto 4 de la proclama separatista que exige una mediación internacional para negociar de igual a igual y por qué nadie del PSOE dice nada sobre la afrenta que ha perpetrado su secretario general contra la Nación, contra la Constitución, contra las demás regiones españolas y contra más de la mitad de los catalanes.

¿Qué podemos hacer los ciudadanos? ¿Nada? ¿Puede ser tal indefensión posible en una democracia que se precie?

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