
La mandarina es conocida por su sabor, su versatilidad y su utilidad en la industria cosmética y en la medicina tradicional. Este fruto es habitualmente utilizado en recetas desde postres hasta platos principales, aportando un toque cítrico y fresco. Además, su jugo y cáscara son ingredientes comunes en la preparación de salsas, marinadas y bebidas, destacándose por su capacidad para realzar sabores y añadir un aroma distintivo a las comidas.
Propiedades medicinales y nutricionales
Ricas en vitamina C, la mandarina ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a prevenir resfriados y otras infecciones. Además, su consumo habitual está relacionado con una mejor digestión, una prevención del estreñimiento y una reducción en el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Gracias a compuestos como la naringenina y la hesperidina, ofrece beneficios antioxidantes que ayudan a proteger las células del daño y a prevenir el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y problemas del corazón. Asimismo, su alto contenido de agua y bajo aporte calórico hacen la convierten en una excelente opción para quienes buscan mantener un peso saludable.
Beneficios de las mandarinas
Consumir mandarinas por la noche puede ofrecer varios beneficios para la salud debido a sus propiedades nutricionales y su bajo contenido calórico. El aroma cítrico natural de las mandarinas puede tener efectos calmantes, contribuyendo a un estado de relajación que facilita conciliar el sueño. Además, su aporte de vitamina C y antioxidantes pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo, promoviendo un descanso reparador. Entre sus beneficios destacan:
- Refuerza el sistema inmunológico: la mandarina es rica en vitamina C, un antioxidante que ayuda a fortalece las defensas del organismo y ayuda a combatir el estrés oxidativo. También promueve una flora intestinal saludable, lo que protege frente a infecciones.
- Ayuda a la digestión: la fibra presente en la mandarina regula el tránsito intestinal, previene problemas digestivos como el estreñimiento y aporta sensación de saciedad, ayudando a evitar los antojos nocturnos.
- Bajo contenido calórico y azúcar natural: una pieza contiene alrededor de 40-50 calorías, lo que la convierte en un refrigerio ligero y saludable para la noche. Aunque es dulce, su azúcar es natural y viene acompañada de fibra, lo que ayuda a evitar picos de azúcar en sangre, estabilizando los niveles de glucosa y evitando el insomnio asociado a los cambios abruptos de energía.
- Controla el colesterol: las fibras posibilitan la reducción del colesterol malo (LDL), y sus antioxidantes protegen contra la oxidación de las grasas, lo que beneficia al corazón y protege a otros órganos vitales.
- Previene la anemia: la vitamina C mejora la absorción del hierro presente en los alimentos, ayudando a prevenir la anemia.
- Reduce la inflamación: gracias a antioxidantes como los flavonoides, tiene propiedades antiinflamatorias que contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Consumir esta fruta por la noche favorece una mejor recuperación durante el sueño.
- Relajante natural: el aroma cítrico de las mandarinas tiene propiedades relajantes, que pueden ayudar a calmar el sistema nervioso. Al comer mandarina por la noche, uno puede beneficiarse de este efecto, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad, y preparando para un sueño más reparador.
- Ayuda en el control de peso: rica en fibra y con pocas calorías, la mandarina es una opción recomendada por los especialistas para controlar el peso o reducirlo.
- Favorece la salud de la piel y los músculos: la piel es una capa que cubre el cuerpo y se debe cuidar minuciosamente. Es por eso que la mandarina también juega un papel importante en esa cuestión al tener una gran cantidad de vitamina C y estimular la producción de colágeno.
- Protege la salud ocular: contiene carotenoides que protegen los ojos de los rayos UV y ayuda a combatir enfermedades como la degeneración macular.
Precauciones a la hora de consumir mandarinas
Aunque la mandarina tiene numerosos beneficios, no es ideal para todos. De hecho, las personas con tendencia a la acidez estomacal o gastritis pueden experimentar molestias digestivas si consumen frutas cítricas antes de dormir debido a su nivel de acidez. Para estos casos, es más recomendable consumir mandarinas durante el día, especialmente en la mañana o la tarde, cuando el cuerpo puede manejar mejor la digestión.


