El calor del verano a veces puede ser insoportable y, aunque poner el aire acondicionado o utilizar un ventilador puede ayudar a mitigar un poco el sofoco, no es bueno para la salud usarlo de forma constante, por no hablar del coste económico que eso supone. Una mejor opción es ventilar. Además, de esta manera no solo refresca la casa, también se renueva el aire, evitando así malos olores. Para ello, es importante saber cuáles son las mejores horas del día para hacerlo.
El mejor momento del día para ventilar
Ventilar una casa es imprescindible, ya que disminuye la humedad y evita la aparición de moho, altamente peligroso y perjudicial para la salud. El problema es que en verano la ausencia de aire fresco debido a las altas temperaturas provoca que mucha gente evite abrir las ventanas con la idea de que entra el calor. Sin embargo, existen dos momentos del día clave para hacerlo: tanto a primera hora de la mañana, cuando el sol aún no ha salido, como a última hora del día, cuando el solo se está escondiendo.
La ventilación cruzada
La técnica de la ventilación cruzada se basa en abrir varias ventanas a la vez, ubicadas en direcciones opuestas, ya que esto permite crear corriente de aire: expulsando el calor y renovando el aire. Este truco, sobre todo en casas pequeñas, también funciona abriendo una ventana y la puerta de la entrada. Asimismo, una forma de optimizar la ventilación es mantener todas las puertas abiertas para que el aire fluya sin problemas.
En el caso de una vivienda con doble altura, es decir, con uno o más pisos, se recomienda abrir ventanas en distintas plantas para aprovechar la diferencia de presión y temperatura. Este método no solo renovará el aire, evitando malos olores y humedades, también refrescará la casa gracias a las corrientes que se forman abriendo varias ventanas.
Otras formas de reducir el calor en casa
También es muy eficiente bajar las persianas durante las horas en las que el sol es más intenso, ya que así se puede evitar que el calor se filtre por las ventanas. Un truco similar e igual de eficiente es el de las cortinas. Este consiste en cerrar de forma hermética las cortinas para impedir que el calor que producen los rayos solares entre en casa. Para ello, es imprescindible cerrar por completo las cortinas del salón y las habitaciones de la casa.