La periodista estaba citada para declarar en el Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid, por el caso Mari Luz. Más concretamente por los métodos utilizados en su polémica entrevista a Isabel García, mujer de Del Valle, asesino de Mari Luz. Con cuestionables técnicas, Ana Rosa consiguió que confesara en su programa, presionando a una mujer con esquizofrenia y retraso mental. Además, salieron a la luz las técnicas de sus periodistas para lograr quedarse con la exclusiva, reclutando a Isabel García, impidiéndole hablar con nadie. La propia mujer confirmó el acoso en los juzgados este miércoles, asegurando que la tenían "prácticamente secuestrada". Lo cual, ya se adivinaba en las propias grabaciones de los periodistas durante las pausas publicitarias.
Por todo ello, el juez citó a la Quintana por el caso, para dar cuenta de los métodos empelados en su programa de Telecinco. La expectación de ver llegar a Ana Rosa a los juzgados era muy grande, y decenas de periodistas hacían guardia para lograr la foto de la entrada o la salida.
Pero ella no quería esa incómoda instantánea, y gozó de cierta ayuda para conseguirlo. Según informa El Mundo, Quintana burló a los periodistas evitando los accesos por los que deben entrar y salir todos los ciudadanos. Menos ella.
Sin ir más lejos, el resto de los imputados en su programa tuvieron que entrar y salir por las vías habituales, sin tratamientos especiales.
El magistrado del Juzgado de Instrucción número 9 la transportó en su vehículo para evitar cámaras y micrófonos incómodos. Tras dos horas y media de declaración, Ana Rosa salió en el todoterreno del juez, plateado y con lunas tintadas. Quedó descubierta por los flashes de los fotógrafos, que anularon el efecto del cristal, y desvelaron la exclusiva vía de la que dispone la periodista para no ser tratada como cualquier mortal.