ETA (Euskadi Ta Askatasuna)

ETA-Batasuna vuelve a tensar la cuerda. Una vez más la banda terrorista ha cerrado filas en torno a la supuesta legalización del partido, afirmando, según publica El Correo Digital, que ésa no es su prioridad sino firmar un preacuerdo político, para -aseguran amenazando- "desbloquear" el impasse por el que atraviesa el mal llamado proceso de paz. Los terrorista quieren "atar" un compromiso político, ya que desconfían del PSOE y temen que, si se legalizan, "el proceso pierda su carácter político y se reduzca a un aspecto meramente técnico". Exigen el archivo de causas pendientes para que sus miembros, asesinos terroristas, puedan presentarse a cargos públicos.

Patxi lópez ha declarado que sería viable legalizar a ETA-Batasuna sin que antes condene la violencia. "El requisito —según López— es renunciar a la violencia para conseguir un objetivo político", la mesa de partidos. Tras estas declaraciones, el portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, ha denunciado en COPE que el líder del PSE "no sabe cómo seguir navegando en el fango donde se ha metido" y que tiene un problema de "coherencia democrática", ya que es exigente con el PP y no con ETA. También criticó su demagogia frente a la votación en el Parlamento Europeo. López afirmó que la división se debió a la "actitud irresponsable" de los populares y Barreda le ha contestado que lo "único que se consiguió fue poner en ridículo" a España.

El Gobierno sigue empeñado en cumplir las exigencias de ETA en lo que respecta a la desactivación de la Justicia. A los traslados y a la neutralización de aquellos miembros de la Fiscalía de la Audiencia Nacional que más experiencia tenían en la lucha contra el terrorismo, se unen ahora las presiones y las trabas administrativas, buscando desactivar el Ministerio Público en un proceso que para ETA resulta crucial, porque afecta a su aparato de finanzas. El reciente caso es el del fiscal Enrique Molina, que ahora tendrá que asumir su trabajo sin ayuda administrativa.

La presidenta del PP del País Vasco ha emplazado este domingo al presidente Zapatero a aclarar cuáles son los compromisos adquiridos con ETA y le ha indicado que la única "realidad objetiva" del supuesto proceso es "que no hay paz". María San Gil ha puesto de manifiesto que la tregua sirve a los terroristas para recuperar "oxígeno" y "rearmarse".

Sólo es cuestión de tiempo que el Gobierno termine de satisfacer las condiciones exigidas por ETA en su último comunicado. Así lo cree Jaime Ignacio del Burgo, diputado de UPN-PP. En declaraciones a COPE, el parlamentario se ha declarado "plenamente convencido" de que el presidente del Gobierno ofrecerá a los terroristas "todo lo que le piden". El PP, por medio de su presidente, Mariano Rajoy, ha exigido a Zapatero que "se plante" ante el chantaje de los etarras, y le ha ofrecido el apoyo de los populares para "defender la Ley y el Estado de Derecho". Zapatero, desde Montevideo, se ha ratificado en seguir tratando con ETA.

El ex secretario general del PSE advierte sobre el incumplimiento de dos condiciones fijadas por el Gobierno para negociar con ETA. Ramón Jáuregui constata la continuidad de la violencia terrorista y la nula disposición de Batasuna-ETA a acatar la Ley. Sin estos requisitos, opina en declaraciones a El Diario Vasco, no debería haber "proceso de paz". Jáuregui, diputado en el Congreso, recomienda al Gobierno "una verificación más serena y más actual de los movimientos internos y operativos de la banda". Sobre las condiciones políticas de los terroristas –reiteradas en el último comunicado–, el ex vice-lehendakari opina, en contra del criterio de Patxi López y la actual dirección del PSE –partidarios de una autodeterminación según modelos como Québec o Montenegro–, que "a Euskadi no le falta ningún derecho de decisión sino un gran pacto de claridad".

Sobre la negociación con ETA puesta en marcha por el Gobierno de Zapatero, el obispo de Salamanca, Carlos López, ha declarado que "nadie está moralmente legitimado a considerar enemigo de la paz a quien no está de acuerdo con los medios que él quiere emplear para lograrla". "La búsqueda de la paz no es privilegio de ningún grupo político", ha sentenciado López que considera "legítima, y puede ser igualmente moral, la pluralidad de medios" en orden a conseguir la paz. El pastor también cree que hay que excluir a ETA del diálogo político por "imperativo moral".

El presidente del PP insiste en brindar apoyo a José Luis Rodríguez Zapatero para "defender la ley y el Estado de Derecho" tras el ultimátum de ETA. Mariano Rajoy se ha vuelto a ofrecer al Gobierno en el llamado "proceso de paz", pero no para hacer "cosas indignas", por lo que, a cambio, Zapatero debe "plantarse" ante los terroristas. Cuando el presidente del PP renovaba su oferta en Alcalá, Zapatero, desde Montevideo, ya se había ratificado en seguir dialogando con ETA y en no dar explicaciones, al menos por ahora, sobre "el proceso". Rajoy criticó, además, que Zapatero relativice el daño del terrorismo, comparándolo con el que provoca el cambio climático. "Hablamos de vidas humanas, libertad y derechos individuales", dijo el popular, que subrayó que "no se puede ni frivolizar ni hacer el ridículo".

Da igual lo que diga ETA, porque José Luis Rodríguez Zapatero está decidido a llegar a las próximas elecciones de 2007 con la expectativa de paz brillando en el escaparate. La última amenaza terrorista, conocida este sábado, no ha producido en el Gobierno una respuesta distinta a la de los anteriores. El diálogo o su promesa continuará, mientras la banda quiera, a pesar del rearme, la violencia y el chantaje. Su brazo político, Batasuna-ETA, ha traducido el nuevo comunicado etarra como un apremio al Gobierno para que inicie "un proceso de negociación que reconozca la autodeterminación y supere la partición territorial" de País Vasco y Navarra. Mariano Rajoy ha ofrecido a Zapatero su apoyo para romper con los asesinos y volver al Pacto Antiterrorista. LEA AQUÍ el análisis de Luis del Pino.