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Amando de Miguel

Nombres propios e impropios

En 1831 quiebra la empresa que había creado Lincoln. En 1832 pierde su primera elección. En 1835 fallece su novia. En 1836 sufre una enfermedad nerviosa. Es derrotado en sucesivas elecciones en 1836, 1843, 1846, 1848, 1855, 1856 y 1858.

Miguel Á. Taboada (que es una especie de enciclopedia personal) recoge el caso curioso del tipo fracasado que triunfa. Es el caso de Abraham Lincoln, quizá el más famoso de los presidentes norteamericanos y el que tanto contribuyó a la lengua pública. En 1831 quiebra la empresa que había creado. En 1832 pierde su primera elección. En 1835 fallece su novia. En 1836 sufre una enfermedad nerviosa. Es derrotado en sucesivas elecciones en 1836, 1843, 1846, 1848, 1855, 1856 y 1858. Menos mal que gana las elecciones de 1860. Añado que Lincoln fue asesinado en 1865. Entonces los políticos no llevaban escolta.

Son muchos los corresponsales dispuestos a aclarar el misterio de la letra V delante del número de serie de los euros emitidos en España. Transcribo, por ejemplo, el razonamiento que me proporciona Miguel Merchán Palacios. El procedimiento es tan simple e infantil como el que sigue. Se ordenan los países de la UE por orden alfabético inverso según el nombre en el idioma oficial de cada uno de ellos y se les asigna la letra correspondiente. Así:

  • Bélgica (Belgie, etc.): Z
  • Grecia (Ellada): Y
  • Alemania (Deutschland): X
  • Dinamarca (Danmark): W
  • España: V

Lo de Grecia es una anomalía porque en griego no hay letra W y sí Y (épsilon). Otro caso curioso es Irlanda cuyo nombre se dice en inglés y no en gaélico, porque ese último no era idioma oficial en la UE cuando se lanzó el euro. Como es sabido, es notoria la pléyade de escritores irlandeses que han contribuido notablemente a la Literatura en Lengua inglesa.

Pedro Manuel Araúz Cimarra (Manzanares de la Mancha, Ciudad Real) se defiende de las numerosas críticas que recibe por llamar a su ciudad "Manzanares de la Mancha". La explicación es sencilla. El hombre ha sufrido muchas complicaciones en su relación con otros hospitales y con las autoridades sanitarias al confundir el nombre de Manzanares (de Ciudad Real) con el de Manzanares el Real (Madrid). Para salir de dudas, el doctor Araúz decidió poner el nombre de Manzanares de la Mancha, que, por otro lado, resulta tan eufórico. Como lo es asimismo el nombre del hospital de Manzanares de la Mancha: Virgen de Altagracia.

José Mª Navia Osorio interviene en el asunto de los topónimos. A él también le resulta confuso lo de Manzanares a secas, por las veces que quiere ser Manzanares el Real. En un viaje a Extremadura le ocurrió que quiso hacer noche en Oropesa (Toledo), pero en la agencia de viajes entendieron que la reserva era para Oropesa (Castellón). Otro ejemplo. La casa de fin de semana de los Navia Osorio está en Muros de Nalón, cuyos habitantes se enfadan cuando llaman a su pueblo Muros del Nalón. Algo parecido les pasa a los habitantes de Cangas del Narcea: no les gusta nada que llamen a su pueblo Cangas de Narcea. El río de ese pueblo es el Narcea, afluente del Nalón. Don José Mª me explica que lo de Donostia para designar a San Sebastián procede de un convento dedicado a San Sebastián. Bien podría ser, pero entiendo que la significación es la de don (derivado de dóminus) que en vascuence equivale a santo. Luego Donostia es el equivalente vascongado de San Sebastián.

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