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Carlos Pérez Gimeno

La ilusión de Carmen Lomana

Algo se trae ente manos, pero no quiere desvelar nada. Por el momento, sólo se limita a decir que el año 2012 lo empieza con mucha ilusión y que las uvas las tomó muy bien acompañada.

Algo se trae ente manos, pero no quiere desvelar nada. Por el momento, sólo se limita a decir que el año 2012 lo empieza con mucha ilusión y que las uvas las tomó muy bien acompañada.

Carmen ha tenido unas Navidades muy completas. Primero se fue a León para pasar la Nochebuena y la Navidad con su madre. También acudieron su hermana María José, con su marido e hijos, y muchos sobrinos y primos: "Éramos más de quince, lo hemos pasado estupendamente y mi madre, la que mejor, ya que tiene un carácter envidiable. Hacía un frío inhumano, y las señoras llevaban unos abrigos de pieles espectaculares".

Lomana ha tenido un ataque de ciática y lo ha pasado fatal, pero como dice la propia Carmen, siempre con buen humor, no quería amargar a nadie esos días en que estábamos todos reunidos.

Una de sus grandes pasiones, aparte de la moda, es viajar, y suele hacer varias escapadas al año. Sobre todo se le puede ver en los grandes desfiles de Nueva York, París o Milán, pero este año que acaba de comenzar ha preferido quedarse en Madrid, porque dice sentirse agotada (y alguna razón más, que intenta disimular). "He tenido un año que no he parado ni un minuto, pero la verdad es que estoy encantada, no me puedo quejar de nada, y el mercadillo de ropa que organicé no pudo, salir mejor", añadió.

Carmen tuvo la idea de organizar una venta con su propia ropa, en la que se pudo encontrar diseños de las primeras marcas. "Se vendió un Channel, que me costó 6.000 euros, en 900, pero no todos los precios eran así, también se podían adquirir camisas compradas en Bali, por 3 euros, que la propia Carmen consideraba que eran un auténtico regalo. Con cara de satisfacción, comentaba que hubo una cola con gente esperando de más de doscientas personas, que tenían que entrar en grupos de seis. Todo el dinero que se recaudó lo repartió en dos conventos, uno en Vallecas y otro en la calle Martínez Campos, porque tienen comedores sociales, y la tercera fue a parar a la Fundación Aladina, que acoge a niños con cáncer.

Aparte de la labor social, Carmen comentó lo que pudo disfrutar viendo a señoras adquirir ropa totalmente nueva para que tengan la oportunidad de poder lucirla por un precio muy inferior. Siempre está pendiente de las ultimas tendencias, y es muy observadora, se fija en cómo visten las otras señoras, y tiene su propia teoría. "Para saber si una mujer es elegante, hay que saber si lo que lleva es suyo o de estilista. Ahora mismo no sabría decir quién es elegante, pero no cabe la menor duda que la mejor es Nati Abascal", dijo.

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