Todo apunta a que Jessica y Kiko ya se han cansado de jugar al despiste, y por fin se les ha podido ver juntos, ya que la modelo tenía un compromiso profesional y su novio acudió a verla.
Ese mismo día por la mañana, la sevillana estuvo de compras por el barrio de Salamanca en compañía de un amigo. Su novio no iba con ellos, pero el galán apareció para verla desfilar en la discoteca Joy Eslava, que fue el lugar elegido por el diseñador Toni Fernández para presentar sus últimas creaciones.
El hijo de la Pantoja no paró de hacerle fotos, y confesó lo bien que se sentía. Parece que los disgustos y malos momentos ya han quedado en el olvido, aunque tratándose de Kiko, nunca se sabe por dónde va a salir, y no sería de extrañar que dentro de un tiempo vuelva a dar la espantada y cambie de opinión, sin importarle lo más mínimo el daño que pueda ocasionar.
Por su parte, la modelo decidió hacerse la interesante, y se negó a hablar cuando le preguntaron cómo estaba la relación con su novio. No sé si esperaría que le hicieran preguntas sobre Física Cuántica, que, con toda seguridad, no sabe lo que es.
La pareja lleva algunas semanas juntos, y ambos se muestran ahora mucho más cautos y no quieren desvelar si tienen pensado pasar por la vicaría. Si es así, con toda seguridad, lo harán vía exclusiva a la misma publicación a la que vendieron el noviazgo y el embarazo.
Lo que es evidente es que se han dado una segunda oportunidad, y para demostrar la buena armonía que existe entre todos, a Francisco se le vio sentado en primera fila, junto a su hermana Chabelita, para poder ver bien de cerca a su novia y disfrutar del desfile. La gran ausente fue la Pantoja. Una verdadera lástima, porque la noche nos hubiera dado mucho más juego, aunque Jessica no hubiera sido la protagonista de la jornada, porque sin pretenderlo, su futura suegra, hubiera sido el centro de atención.