Ahora entendemos el porqué de la boda relámpago de Telma Ortiz con Jaime del Burgo y todo lo que ha venido después: la exclusiva del momento del enlace en ¡Hola!, las idílicas fotos en la toscana italiana que tanto extrañaban por su calidad y número, y las tribunas-cartas del flamante marido en El Mundo quejándose, a la vez que aportaban detalles que no hubiéramos conocido si no llega a darlos él. ¿Estaba la hermana de Letizia buscando la manera de darnos a conocer que se ha casado, que su marido la quiere, que es rico –por lo que ni a su hija ni a ella les va a faltar nada- y que, encima, la protege?
La razón por la que Telma no se ha ido a vivir fuera de España es porque un juez ha denegado que la niña viaje a Nueva York parece confirmarlo. Resulta imposible pensar que toda esta estrategia no ha seguido un guión calculado que tenía una finalidad: que Telma se llevase a su hija a vivir fuera de España argumentando que está felizmente casada, sin que el padre de Amanda pudiera hacer nada. Ya en su día comentamos en nuestra Crónica Rosa que resultaba raro que Enrique Martín Llop fuese a aceptar sin rechistar que le separaran de la pequeña. Ahora no va a ser así, por decisión de la justicia. Un muro con el que la Familia Real y sus satélites se chocan últimamente demasiado. No olvidemos que en unos días el padre de la princesa también tendrá que declarar ante un tribunal por un caso de alzamiento de bienes.
Otro conflicto por la custodia de una menor se ha resuelto este miércoles: el que ha enfrentado a Eugenia Martínez de Irujo y Fran Rivera durante las últimas semanas. Por el momento, hasta que se celebre el juicio en el mes de noviembre, la hija de la pareja seguirá residiendo y estudiando en Madrid, como ha querido siempre su madre, y todo apunta a que seguirá siendo así hasta final de curso. Eso sí, Eugenia, la más paciente del club de las ex, le va a devolver a Fran el golpe de la forma más simple: a partir de ahora sólo podrá ver a la niña cuando lo dice el convenio de separación. La flexibilidad que había permitido hasta ahora se ha terminado.
Y no salimos de los tribunales, convertidos en el plató televisivo en el que se han visto las caras José Ortega Cano y Kiko Hernández, tertuliano mamporrero de Sálvame. El torero ha interpuesto una querella criminal al ex Gran Hermano por insultos y amenazas, lo que le convierte en una de las pocas personas que se atreven con el programa de Telecinco.