Esta semana se retoma el juicio por blanqueo contra Isabel Pantoja y Julián Muñoz en la Audiencia de Málaga. La artista, que está a la espera de que nazca su primer nieto, no ha faltado a su cita con los juzgados. Pantoja llegó la mañana del lunes a la Audiencia Provincial de Málaga del brazo de su abogado, José Ángel Galán.
La tonadillera y el exalcalde de Marbella entraron por separado en los Juzgados a primera hora, ella con mejor aspecto que en las anteriores ocasiones y con el pelo recogido en una coleta, aunque seguía ocultando su mirada tras unas grandes gafas de sol. En sesiones anteriores, ambos implicados se defendieron acusándose mutuamente del blanqueo.
Junto con Muñoz y Pantoja, también comparecerán Maite Zaldívar y otros siete acusados más en la fase de declaración de testigos y peritos. Para este lunes la tonadillera no ha declarado, ya que agotó su turno el pasado 23 de octubre. Quienes sí está previsto que comparezcan son los agentes que investigaron esta causa y que también investigaron el caso Malaya de la presunta trama de corrupción en el Ayuntamiento marbellí.
También ha declarado el testigo Luis Amores, que ha comparecido a petición del Ayuntamiento marbellí, y cuyo testimonio podría poner en peligro la versión de la tonadillera. Amores habría presenciado la entrega de un soborno de más de dos millones de euros a Julián Muñoz en presencia de la cantante.
En este proceso, por el que fue detenida en mayo de 2007, Isabel Pantoja está acusada de blanqueo de capitales por valor de 1,8 millones de euros. Además, hay dos adquisiciones que hizo la cantante sin tener la capacidad financiera suficiente: un chalet en la urbanización La Pera de Marbella y un apartamento en el Hotel Guadalpín.
La acusación mantiene que compró ambos con dinero ilícito de Julián Muñoz, que en este juicio se enfrenta a una petición de siete años y medio de prisión por blanqueo y cohecho. La tonadillera se enfrenta a tres años y medio de prisión por un delito de blanqueo de capitales y a una multa de 3,6 millones de euros.
Además, la acusación pública señala que durante el tiempo que Julián Muñoz estuvo vinculado con el Ayuntamiento marbellí "logró enriquecerse haciéndose con un importante patrimonio", cuya cuantía "se desconoce", aunque se estima en más de 3,5 millones de euros.