La actriz Gwyneth Paltrow vuelve a estar en boca de todos, y no precisamente son piropos lo que dicen de ella. Esta vez no sale en los medios por ser la más odiada de Estados Unidos, sino por sus polémicas recetas alimenticias. Tal y como expone la revista Grazia, surge por su primer libro de recetas que se llama It’s All Good, hecho irónico ya que sus consejos son de todo menos sanos y aconsejables.
Las obsesiones de Gwyneth Paltrow, icono de la moda, por las dietas y comidas ya tiene historia. Sin embargo, el problema surge cuando reconoce que a sus hijos, que aún son pequeños, también les obliga a seguir esta supuesta "dieta sana". Ella lucha contra el gluten y los hidratos de carbono constantemente, porque asegura que no hacen ningún bien al cuerpo. Según Grazia, es fan de su dieta de "eliminación", que implica el deshacerse de todo tipo de comida procesada.
Todo ello la misma semana en la que la actriz ha sido elegida la mujer más guapa del mundo del 2013 según la revista People, desbancando a la cantante Beyoncé, que poseía el primer puesto. Gwyneth, de 40 años de edad y madre de dos hijos, hace ejercicio cinco días a la semana para mantener su figura a medida que va cumpliendo años. "Me hace sentir más joven y fuerte, cuando empecé pensé que nunca sería buena en ello, era una pesadilla, pero ahora es como lavarse los dientes, solo lo hago."
Es la cuarta vez que Paltrow, casada con el cantante de Coldplay Chris Martin, es elegida como una de las bellezas anuales de la revista, pero esta es la primera vez que aterriza en el primer puesto.
Como ya se ha dicho, toda esta polémica en torno a la dieta surge cuando reconoce abiertamente que sus hijos siguen su misma disciplina. Muchos profesionales nutricionales aseguran que eliminar este tipo de productos alimenticios de la dieta de los niños es muy perjudicial "ya que al no darle carbohidratos, les está vetando glicógeno para que su cerebro funcione con normalidad. Con esta dieta no podrán pensar con normalidad".
Paltrow aseguró en un programa de televisión americano que no es "una mala mamá". Aunque esa afirmación no ha conseguido que los comentarios sobre su familia disminuyan, sino que siguen preguntándose si realmente se puede permitir que una madre obligue a sus hijos a seguirla en la alimentación.