Maite Zaldívar, quien fuera esposa de Julián Muñoz durante más de dos décadas, está a punto de conseguir el tan ansiado tercer grado y todo apunta que este próximo viernes pueda ver realizado s sueño de poder disfrutar de su familia.
Sí este hecho se produjese, la acérrima rival de Isabel Pantoja tendría que dormir en la cárcel de lunes a viernes y tener libre los fines de semana. Un año y nueve meses, ha permanecido en presión al declararse insolvente y no pagar la multa que en su día le impuso el juez.
Una vez cumplida la sentencia tendrá que acudir a un centro de inserción, y por el momento se barajan dos, uno en Málaga y otro en Algeciras, aunque todavía parece que eso está por decidir.
Zaldívar, según ha comentado su abogado, está disgustada por ver a su ex marido en un estado de salud preocupante. Parece que atrás quedaron los rencores, y ya son historia aquellas peleas mediáticas que tanto dieron que hablar y que les pasaron a los dos una buena factura a la hora de enfrentarse con la Justicia.
Al final todos fueron a prisión, Pantoja, Muñoz y Zaldívar, pero de los tres, la única que ha pagado su multa ha sido la artista, y del dinero que se llevó el ex matrimonio, como en tantos otros casos, no hay ni rastro. Nadie tiene, como se suele decir, ni un duro. Tanto es así, que Maite piensa dedicarse a cuidar de sus nietos, recibiendo un sueldo de su hija, que ha tenido un problema oftalmológico y prefiere pagar a su madre que a una desconocida. Al final, todo queda en casa.