La alemana Claudia Schiffer fue una de las super tops de los años 90, sin duda alguna. El gran Karl Lagerfeld cayó rendido cuando la vio y la catapultó de la noche a la mañana al elegirla imagen de Chanel, consiguiendo ser uno de los rostros mas conocidos del mundo. Llegó a acumular una fortuna de varios miles de millones de dólares.
Una vez finalizada su etapa en las pasarelas, continúa vinculada al mundo de la moda diseñando prendas, aparte de productos cosméticos.
Claudia tenia pensado ser abogada, la misma profesión que ejerció su padre, pero una noche su vida le cambió totalmente cuando se fijaron en ella, cuando tenía 17 años. Era una persona tímida, y de pequeña un tanto acomplejada por ser la más alta de las niñas de su edad. Mario Testino, entre otros fotógrafos internacionales, se enamoraron de aquel rostro angelical, cabello rubio y ojos azules que llamaban la atención. Siempre tuvo fama de ser muy responsable y una de sus virtudes era la puntualidad. En aquellos años las modelos más internacionales a parte de ella fueron Naomi Campbell, Linda Evangelista, Cindy Crawford, o Elle McPherson. Todas ellas desfilaron en España, en la legendaria Pasarela Cibeles, verlas era todo un espectáculo.
A Claudia siempre se le ha asemejado físicamente a Brigitte Bardot. En la actualidad tiene millones de seguidores en las redes sociales.
Su matrimonio ha sido un éxito, vive en un pueblo de Inglaterra Oxfordshire, con su marido el director cinematográfico Matthew Vaughn, y son padres de tres hijos, Gaspar, Clementina y Cósima.
Una vida profesional extensa, y llena de éxitos, que bien se los ha ganado. Desde mi experiencia profesional, puedo decir que el día que la entrevisté me llamó la atención lo normal que fue, una sencillez que se notaba que le nacía de esa manera. Un 10.