Isabel Pantoja continúa aislada en Cantora desde que su hijo Kiko Rivera decidiese declararle la guerra en un programa de televisión. Casi nada ha trascendido sobre ella y tan solo unos cuantos afortunados se han podido poner en contacto con ella para saber cómo está viviendo lo que muchos consideran el fin de la tonadillera. Mientras, su hijo continúa investigando todos lo relacionado con la herencia de su padre junto a sus abogados, decidido a cumplir la última voluntad de su padre Paquirri. Una situación que le ha llevado a romper lazos con la familia de su madre y acercar posturas con los Rivera, especialmente con sus hermanos Cayetano y Fran, que no han dudado en pronunciarse sobre la rivalidad que mantienen desde hace años con Isabel Pantoja.
Uno de los últimos en hablar sobre este tema ha sido Antonio Rivera, hermano de Paquirri, que de manera inesperada se ha convertido en uno de los pocos apoyos que tiene la cantante. Lejos de echar más leña al fuego, como hizo su hermana Teresa días antes, Antonio prefiere "arreglar las cosas": "Deseo que todo funcione bien, que se arregle todo entre madre e hijo. Una madre es lo más grande del mundo", aseguró este miércoles en unas declaraciones para Sálvame. Antonio asegura que mantiene una estupenda relación con Kiko, quien asegura que ha estado muy pendiente de la salud de Riverita, su otro hermano: "Nos ha seguido llamando preocupándose de Riverita, eso es todo lo que puedo contar". Fue a finales del mes pasado cuando Kiko se acercó a conocer a su tío Riverita, que padece una grave enfermedad.
Si para Isabel no está siendo fácil asimilar todo lo que está pasando, tampoco lo es para Kiko Rivera que, después de sentirse engañado por su propia madre, ha tenido que hacer frente junto a su esposa Irene Rosales a la pérdida de su suegro, meses después de la muerte de su suegra. Una situación que ha dejado a Irene completamente desolada, por lo que Kiko y sus hijas se han convertido en un pilar fundamental en su vida.