No todo es dulce y caramelo en la gran boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. La pareja, enfrascada en los preparativos de un gran enlace, está preocupada por la actitud de Carolina Molas, la madre de Íñigo.
Anteriormente ya pidió a la prensa mantener un perfil bajo y que los medios se alejasen de ella, pero Carolina Molas sigue en sus trece y se niega a aparecer en todo tipo de imágenes de la boda, lo que sin duda repercutiría en la proyección mediática del evento.
Tamara Falcó, preocupada, ha pedido a su familia política que cambie de opinión, publica La Razón. Sin Carolina no se aviniese a salir en la revista que muestre la exclusiva, sin duda su ausencia acabaría siendo un titular igual de relevante que el propio enlace. Y eso repercutiría en el precio, claro.
Teniendo en cuenta que Carolina ejerce de madrina en la boda, su presencia en las imágenes grupales sería obligada, pero ella se niega a todo tipo de posado, incluso en alguno donde apareciera también Isabel Preysler.
La propia Carolina Molas se separó poco antes que su hijo tras descubrirse el "affaire" de éste en EEUU y que después fue perdonado por Tamara. La madre de Íñigo Onieva tuvo que afrontar el final de su matrimonio con José Ignacio de Guadamillas, su segundo marido.
Posteriormente, fue "avistada" en la feria ARCO de Madrid acompañada de otro caballero con el que retomó una relación previa. La propia Carolina, fiel a ese proceder de discreción máxima, ya intentó detener la publicación de aquellas imágenes.