En la clase los participantes aprenden a familiarizarse con una situación de emergencia.
"Empezamos con una evacuación, la gente debe pensar en ello, explica Andy Clubb, de British Airways. Lo que aprenden los participantes es a diseñar un plan gracias a este ejercicio. Lo más importante es cuando deben abandonar el avión lanzándose por el tobogán con los brazos cruzados. También aprenden a salir del avión abriendo las puertas de emergencia que se encuentran sobre las alas".
Cada participante realiza los ejercicios de seguridad acompañado de un auxiliar de vuelo.
"Los pasajeros deben participar en la evacuación de emergencia para que tengan la oportunidad de, tranquilamente, pensar sobre ella, para que puedan hacernos preguntas y obtener respuestas. De repente, se dan cuenta, al final del ejercicio, de que incluso en la peor situación, siempre que deban participar en una evacuación, podrán mantener el control", afirma Clubb.
Cada día, más de ocho millones de personas se suben a uno de los 93.500 vuelos que se realizan en todo el planeta.