En la tierra de Fernán González, del frío y de la morcilla, la provincia de Burgos está plagada de pueblos orgullosos de poseer un pedacito de Historia de España en sus callejuelas, ahora menos pobladas, donde vivieron y pasearon grandes personajes que llevaron a cabo grandes hazañas o incluso quedaron plasmados en la memoria televisiva como Félix Rodríguez de la Fuente. Pero también, porque en esta tierra, casi desconocida y a veces olvidada, se encuentran una serie de curiosos museos cuya visita es un grato descubrimiento.
En este itinerario por la provincia de Burgos, el viajero descubrirá varios museos singulares, únicos en España, pueblos históricos y muy vistosos o lugares atípicos como un pozo petrolífero o una mina de sal.
El museo de los Aromas (único museo de los aromas de Europa) esta situado en Santa Cruz de la Salceda, una pequeña villa situada al sur de la provincia, Cruce de caminos, aunque algunas de sus parcelas pertenecen ya a las provincias de Segovia y Soria, la villa es de fundación medieval y eso se nota al pisar sus viejas calles. Este tranquilo pueblo fue elegido en su día para ser la sede del Museo de los Aromas, el primero de los museos singulares, en esta ocasión para viajar con el olfato. Una forma de hacer turismo olfativo a través de 92 aromas que ofrece este peculiar museo, olores de la naturaleza, caseros o de la vida cotidiana.
Unos kilómetros hacia el norte, entre Lerma y Covarruvias, nos topamos con la obra faraónica de Félix Yáñez. Con más de 25000 metros cuadrados utilizados, Territorio ArTlanza (en referencia al río Arlanza) es la escultura más grande del mundo creada por una sola persona, y eso es mucho.
Este vecino de la localidad de Quintanilla del Agua (donde está ubicada la obra) ha recreado todo un pueblo de carácter tradicional, permitiendo así poder mostrar a los visitantes los modos de vida tradicionales de esta comarca burgalesa. Un proyecto privado y personal, de una valentía y esfuerzo que bien merecen más allá de un reconocimiento público.
Realizada a partir de materiales reciclados (derribos de casas viejas, escombreras, aportaciones...) esta escultura recrea un poblado de Castilla desde la Edad Media hasta el siglo pasado. En su interior, además de las fachadas típicas castellanas, se pueden encontrar una quincena de museos y dos corrales de comedias, que cobran vida en verano.
Más al norte, cerca de Atapuerca, un grupo de entusiastas y enamorados de la tierra han construído, de la nada, un refugio y un hogar para animales llamado Paleolítico Vivo. Este reducto de la Prehistoria es una iniciativa privada dirigida por un equipo de biólogos, naturalistas y científicos cuyo objetivo principal es el fomento y la conservación de la naturaleza, las especies amenazadas. En este lugar la experiencia inmersiva para los más pequeños es completa con animales vivos del viejo continente como Uros, caballos de razas casi extintas o bisontes.
Es por eso que la labor de sus creadores hace que los visitantes puedan ver y conocer cómo eran algunos de los animales que vivieron en Europa hace 10.000 años en un entorno casi similar al que ahora se ha intentado replicar en la zona.
Cambiando radicalmente de temática, en la España peninsular hay petróleo. El 6 de junio de 1964, a las 11:45, el petróleo surge en el pozo de Ayoluengo-1 desatando la alegría no sólo en la provincia sino en toda España. Fue el Gobierno central el que en noviembre de 2018 comunicó a Columbus Energy Resources que debía desmantelar el campo petrolífero. Esta era la compañía que explotó el campo y gestionó la concesión hasta 2017.
La existencia del campo petrolífero (ahora clausurado) ha sugerido la creación de un Museo del Petróleo en la localidad de Sargentes de La Lora, donde se pueda dar a conocer los 50 años de historia, además de trasmitir a los visitantes todo lo relacionado con el petróleo, su geología, industria y derivados. En la actualidad este museo muestra el único yacimiento de petróleo de la España peninsular, en el que además de la parte divulgativa, también se puede ver, tocar y casi escuchar el sonido de los últimos 9 caballitos (los ingenios mecánicos que permiten extraer el oro negro) de las decenas de ellos que poblaban los alrededores del pueblo hace décadas.
Continuando con los museos atípicos y curiosos de la provincia de Burgos nos acercamos a la elevada localidad de Poza de la Sal, cuyas salinas y su centro de interpretación fueron declaradas Bien de Interés Cultural por su trabajo de protección, conservación e investigación.
Llegar hasta Poza de la Sal y descubrir que es el pueblo donde nació y vivió sus primeros años el gran Félix Rodriguez de la Fuente refuerza aún más el valor de esta pequeña pero realmente bonita localidad de Burgos, ya casi llegando a Cantabria. El recuerdo de este referente de la divulgación y naturalista todavía está vivo en su pueblo natal, donde queda su casa y un estupendo museo para continuar aprendiendo con su legado
En cuanto al salero de Poza, este enorme regalo de la naturaleza ocupa una gran superficie encajado en el fondo del diapiro, fenómeno geológico que provocó un importante yacimiento salino en el subsuelo. Debido a la importancia del mineral y los ingresos que generaba, la Corona española siempre tuvo propiedades en la salinas, y este aspecto se unió al monopolio sobre la venta de sal establecido por Felipe II en 1564 que perduró hasta 1868. La sal fue la principal y fructífera fuente de ingresos del pueblo y de la zona durante siglos.
La cantera de las catedrales
A unos 20 minutos de Burgos capital se encuentra Patrimonio de la Luz. No es un museo como tal, de hecho es un lugar de esos casi imposible de encontrar excepto por aquellos que ya han estado allí. Con una historia sorprendente, esta cantera de catedrales y palacios, que en su día los romanos se dieron cuenta de la calidad de sus piedras y en la Guerra Civil fue una cárcel de trabajos forzados, abarca una extensión de 855 hectáreas, donde todavía sigue viva la actividad a cargo de la empresa Calizas de Burgos y es posible visitar, eso sí, previa cita y con un buen abrigo, aunque sea en verano.
Los pueblos y el entorno, dos motivos más para viajar
Situado a pocos kilómetros de Lerma, el bonito pueblo de Covarrubias, en Burgos, tiene poco más de 500 habitantes, pero está muy bien cuidado y conserva todo su esencia medieval y renacentista. Este lugar con tanta historia, emplazado en el llamado Triángulo del Arlanza, junto a la orilla del río de mismo nombre, merece una escapada de un día, por lo menos.
Además de su torre, la tumba de Fernán González, Conde de Castilla, también aquí fue donde se encontró la tumba de la princesa noruega Cristina, que hoy descansa en el claustro de la Colegiata del pueblo. A pocos kilómetros, se puede visitar la capilla elevada hace pocos años en honor al santo vikingo noruego San Olav.
Las Loras, el Gran Cañón del Colorado burgalés
Como extra final, el Geoparque de Las Loras, territorio de la Cordillera Cantábrica, al norte de las provincias de Burgos y Palencia, alberga numerosos tesoros que conforman su excepcional patrimonio natural y cultural que bien merecen una visita, al menos panorámica.
La atención de los visitantes del Geoparque se ve inmediatamente atraída por el fuerte impacto y la belleza natural de sus paisajes. Las Loras se asemejan a enormes fortalezas naturales, de más de 1.000 metros de altura, que limitan con llanura castellana y nos adentran en un antiguo territorio ocupado desde el Paleolítico. Valles fértiles, profundos cañones erosionados por los ríos, laberintos rocosos, bosques de hayas y robles y numerosas cascadas cristalinas situadas entre altos páramos representan uno de los entornos más diversos del norte de España.
