
Si le preguntas al diccionario de la lengua española por lunática te dirá que es "aquel que tiene cambios bruscos de carácter o de humor sin explicación", pero en el restaurante Lunática el único cambio que se produce es a mejor porque aquí sólo hay lugar para el humor, el buen rollo y el disfrute de un ambiente transgresor, desenfadado y con una carta que te va a sorprender para bien.
El último proyecto gastronómico de Rubén Robles, propietario de La Bienquerida, refleja todo lo que está en su cabeza y que siempre soñó. Una taberna dadaísta –movimiento artístico y literario de vanguardia del siglo XX que niega los cánones estéticos y reivindica formas irracionales de expresión– que rezuma arte por todas sus paredes gracias a las pinturas de Soen Bravo, uno de los mejores artistas urbanos del panorama nacional que, además, ha sido recientemente galardonado en Polonia por su trayectoria artística.
Una decoración impresionante que recuerda al genio Salvador Dalí y que te intentará atrapar con esos tentáculos de pulpo que recorren las paredes en las que predomina el rosa o que intentarán sonrojarte con las figuras de animales con cabeza fálica. Todo muy irracional pero divertido, como la carta de Lunática. Corta pero muy apetecible y con la que comenzamos a probar una maravillosa trilogía de hummus de garbanzos, remolacha y guacamole con pan pita (9,90€).
Una cocina en la que encontrarás sabores mediterráneos, mexicanos y japoneses en una buena fusión siempre con la mejor materia prima. De esa combinación de culturas encontrarás un sorprendente sushi roll de tigre, aguacate y queso fundente (17,90€). En dicha carta también puedes encontrar platos como una pizza japonesa de atún rojo, burrata de la Puglia, pesto genovés, katsuobushi y brotes de cilantro; o un brioche de rabo de toro, foie, boletus y mayonesa de trufa; o un taco crujiente de langostinos tigre en tempura, tartar de mango y mayonesa de aguacate.
Buena comida y buen ambiente
Y tanto si estás sentado en la agradable terraza en el número 53 de la calle de Cea Bermúdez, como si están en la barra, en las mesas altas o en las cómodas mesas bajas del salón lo ideal es que continúes degustando la carta con unas deliciosas carrilleras de ternera al Pedro Ximénez con parmentier de batata (18,50€). De postre, como no podía ser de otra manera, un clásico ya en la mayoría de las cartas de los restaurantes madrileños, la muy buena tarta de queso fluida horneada (6,50€).
También hay que hacer mención especial a su coctelería, compuesta por diez cócteles de autor diseñados en exclusiva para Lunática por el renombrado coctelero Rubén Freire, antiguo alumno del Basque Culinary Center y que, además, forma parte del equipo y laboratorio de El Coleccionista de Dani García, donde ya aluciné y os lo traté de explicar en Libertad Digital. Pero de momento hay que esperar un poco para saborearlos porque están en proceso de elaboración. También cuenta con buenos vinos como el Godello Minius de Bodegas Valmiñor, D.O. Monterrei que probamos.
Además, las noches de los viernes y sábados se animan con un DJ que te meterá de lleno en el ambiente festivo del fin de semana para que olvides la semana y goces de esta taberna dadaísta que es perfecta para disfrutar con amigos, con tu familia o para esa cita especial con la que quieres pasar un buen rato con un ticket medio poco usual ya de 30€.
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