Suponen un peligro, entre otras cosas, por la ausencia de efectos farmacológicos, o la posibilidad de intoxicación o incluso de sobredosis.
La Organización Farmacéutica considera que las instituciones europeas deben promover la regulación de la venta de medicamentos por Internet desde una visión de defensa de los intereses sanitarios de los ciudadanos europeos. De esta manera se actuará eficazmente para evitar la entrada de falsificaciones de medicamentos en Europa.
Las premisas que deben respetarse en el ámbito de Internet son el respeto a que los Estados miembros pueden limitar la venta de medicamentos sujetos a prescripción a través de Internet y que los medicamentos que se ofrezcan por Internet, junto a las condiciones de dispensación al público, deben cumplir la normativa nacional del país de destino.
De esta manera se garantizaría la eficacia, seguridad y calidad de los medicamentos, con el objetivo de salvaguardar la salud individual del paciente y la salud pública de la sociedad.