En una escena clave, Hitchcock contó a Truffaut que el moño de Kim Novak significaba que estaba casi desnuda pero todavía se negaba a quitarse las bragas.
Que alguien como Marx califique a otro de mal filósofo y peor economista no dejaría de ser gracioso si se hubiese quedado en el plano del humor autorreferencial y no hubiera corrido a raudales la sangre de millones de personas.
Habrá que intentar desde la ciudadanía no dejar fisura alguna para que se cuele ni una línea del discurso filoterrorista entre las posibles narrativas que oculten la única verdadera: No tuvo razón de ser su extrema violencia.