En su discurso Federico Jiménez Losantos ha recordado la excelencia de los sabios de la Escuela de Salamanca a los que dedicó uno de los epílogos (80 páginas) de su ensayo best seller, Memoria del Comunismo.
Federico enfrenta en duelo a la Escuela austriaca de Ludwig von Mises con la de Salamanca. "Cuando empecé a leer a Mises vi que había un problema moral, pensar que la lucha contra el socialismo es una lucha teórica, científica. No, no lo es. Es de orden moral". La "arrogancia fatal e infinita" de Mises "ha impedido que el liberalismo se desarrolle" porque "al pensar que la ciencia no puede venir de la experiencia" no se puede batir al socialismo "un fenómeno ideológico, político y moral". Explicaba Federico que cuando "los campesinos huyen del comunismo están haciendo una elección moral, no hacen un cálculo de precios, saben que la propiedad es algo bueno".
Al otro lado del ring la "ilustración española", mucho más rica que la francesa, incomparablemente más sabia y que hemos perdido", "un fenómeno de pensamiento de casi un siglo y medio, desde Vitoria hasta Mariana", que "no tiene parangón en el mundo" pero muy desconocida, porque, "por desgracia nosotros nos hemos creído nuestra leyenda negra". Una Escuela de reflexión "económica, política, teológica, moral, jurídica, institucional y nacional". El padre Mariana sintetiza una tradición católica universal, explicaba, "que busca la defensa de la propiedad como hecho moral, la base de la libertad individual, y que debe estar garantizada porque los seres humanos están hechos a imagen y semejanza de Dios y por tanto sus derechos son sagrados". Apuntaba que "en Juan de Mariana y en todos nuestros clásicos de la literatura es fundamental entender que hay una heredad moral que primero nos obliga y después debemos agradecer".
Sobre el socialismo y la situación actual comentaba que "España está llegando a una pretensión suicida totalitaria". Cuando un español nace tiene dos cosas en propiedad: lo primero es España y lo segundo es la lengua para hablar con sus semejantes, y "las dos cosas son las que nos quiere robar el socialismo".
Para solaz de los presentes Federico ha traído la palabra de Juan de Mariana hasta el Casino de Madrid como el "adivinador y censor de Pedro Sánchez". Mariana, "el último y el mejor, un soberbio escritor, con esa fuerza con la que argumenta todo". Leía el presidente de Libertad Digital algunos fragmentos de su Tratado sobre la moneda de vellón, que "había elegido para el totalitarismo de Lenin, pero que valen para el psicópata de la Moncloa". Una descripción que cuadra con Sánchez, apuntaba Federico:
"Tirano que podemos decir, en resumen, subvierte todo el Estado, se apodera de todo por medios viles y sin respeto alguno de las leyes porque estima que está exento de ley y cuando se ocupa de los asuntos públicos obra de tal manera que todos los ciudadanos se sienten oprimidos por toda clase de males, con una vida miserable y los despoja de su patrimonio para dominar él solo los destinos de todos.
Jiménez Losantos cerraba su intervención hablando de Madrid y de la "rebelión cívica como no se ha producido nunca con solo una palabra libertad y un símbolo, la hostelería. Que mayor prueba del libre comercio, defensa de la propiedad y del pequeño negocio familiar. En Madrid, señalaba "se ha dado la vuelta a una situación política que parecía inextricable y maldita, condenada al desastre total". No sabemos lo que depararán los próximos meses pero, como decía Federico, "el único futuro que vale la pena vivir es el futuro en libertad".