El Museo del Prado recrea el taller de Rubens

La pinacoteca madrileña quiere mostrar al público cómo los pintores europeos trabajaban en talleres y se valían de múltiples colaboradores. Lo ha hecho recreando el espacio de trabajo de Pedro Pablo Rubens, uno de los artistas más prolíficos e importantes de la Edad Moderna.

1 / 9

El taller de Rubens

Se ha recreado el taller de Rubens, su espacio de trabajo con los utensilios, materiales, muebles y otros objetos característicos del oficio de pintor —pinceles, paletas, telas, tablas, caballetes, tientos… -. Hay guiños a su persona, como un sombrero que inmortalizó en algunos de sus autorretratos.

2 / 9

Trementina

Esta recreación se ha impregnado del olor de la trementina, uno de los más presentes en los antiguos talleres, para que la experiencia sea lo más sensorial posible.

3 / 9

Alegoría de la pintura

La exposición está compuesta por más de 30 obras que incluyen pinturas realizadas por Rubens, otras pintadas por sus ayudantes y otras, resultado en diferentes grados de la colaboración entre estos y aquel. | Alegoría de la pintura, de Jan Brueghel el Joven (según Jan Brueghel el Viejo y Frans Francken el Joven). Óleo sobre cobre, h. 1625-30.

4 / 9

Inacabado

Cuadros como este, inacabados, nos permiten descubrir la técnica de pintar por fases que se utilizaba en época de Rubens. Se avanzaba por capas: sobre la imprimación se aplicaba el dibujo, sobre este, el bosquejo y, sobre el bosquejo, el color en capas más o menos transparentes. Esto permitía al maestro y sus ayudantes alternar su trabajo. | Hélène Fourment con sus hijos de Clara-Johanna y Frans, de Pedro Pablo Rubens. Óleo sobre tabla, h. 1636.

5 / 9

Dos versiones de Ana de Austria

Uno de estos dos retratos de la reina de Francia Ana de Austria (1601-1666) lo pintó Rubens hacia 1622, durante una estancia en París. El otro es una copia hecha en su taller. | Ana de Austria, reina de Francia, de Pedro Pablo Rubens. Óleo sobre lienzo, h. 1622

6 / 9

Rubens, en la superficie

Es probable que Rubens contase con la ayuda de su taller en varias fases de su realización, pero gran parte de lo que hay en la superficie del lienzo lo pintó él mismo. | Mercurio y Argos, de Pedro Pablo Rubens y taller. Óleo sobre lienzo, 1636-39.

7 / 9

Cuadro de taller con algo de Rubens

Este es un boceto pintado en preparación para un tapiz. Rubens debió de hacer dibujos previos y tal vez un boceto de menor tamaño (no se conocen), pero encargó este cuadro a otro pintor. Los rasgos de las figuras y los animales no son compatibles con los tipos del maestro. Con el cuadro ya acabado, Rubens decidió añadir la Victoria alada en la parte superior. | La muerte del cónsul Decio, de Pedro Pablo Rubens y taller. Óleo sobre tabla, 1616-17.

8 / 9

"Retocado por mi mano"

Es posible que este cuadro sea el mismo que Rubens describe en 1618, en una carta a un cliente, cuando menciona obras que le podía vender: “Un cuadro de Aquiles vestido de mujer hecho por el mejor de mis discípulos, todo retocado de mi mano, 9 x 10 pies”. El tema y la atribución al taller coinciden, pero sus proporciones son distintas. Tal vez Rubens se equivocó en las medidas o existió otra versión ahora perdida. | Aquiles descubierto por Odiseo y Diomedes, de Pedro Pablo Rubens y taller (¿Anton van Dyck?). Óleo sobre lienzo, h. 1617-18.