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Rosa Belmonte

Dame Olivia tiene su propio 'Feud'

Olivia de Havilland ha demandado a la serie de Ryan Murphy, Feud, donde la interpreta Catherine Zeta Jones. A sus 101 años, no es enemiga pequeña.

Olivia de Havilland ha demandado a la serie de Ryan Murphy, Feud, donde la interpreta Catherine Zeta Jones. A sus 101 años, no es enemiga pequeña.
Olivia de Havilland | Cordon Press

Olivia de Havilland no es enemiga pequeña. En un pleito, quiero decir. Y no porque sea perraca, cosa que Joan Fontaine, sin pleito, habría podido afirmar. La Melania de Lo que el viento se llevó (con el fin de poder hacer la película fue a hablar con Ann, la mujer de Jack Warner, para que este le diera permiso) demandó a la Warner Bros en 1943 y acabó con la esclavitud de los estudios. El juicio duró varios años durante los que no pudo trabajar. Ganó y, como Bosman en el fútbol, dio nombre a una reglamentación: la ley o decisión De Havilland. Ahora ha decidido demandar a FX y a Ryan Murphy Productions por Feud. Por el uso no autorizado de su nombre e identidad. De hecho, la serie empieza con ella, con Catherine Zeta Jones, hablando de la rivalidad entre Joan Crawford y su querida Bette Davis. Y es probable que diga una de las mejores frases de la ficción: "Las disputas (feuds) nunca tratan sobre el odio. Tratan sobre el dolor". Pero los abogados de la centenaria actriz aseguran que se ha producido un uso comercial de la imagen de su cliente sin contar con su autorización y, desde luego, sin ser recompensada. Lo de no pedir la autorización es inadmisible, dicen, ya que es el único personaje de la serie que sigue con vida (hombre, de los gordos, que la hija de Bette Davis, también). Y lo más curioso, se quejan de que han puesto palabras en su boca que van en contra de una reputación construida a lo largo de 80 años. Que ella siempre se ha mantenido fuera de los cotilleos.

Ha tardado en ver Feud. En abril, The Hollywood Reporter le preguntó sobre la misma. Contestó en un detallado correo electrónico que no veía la serie ni tenía intención de hacerlo. Y, por tanto, no podía hacer un comentario válido sobre ella y la "supuesta" enemistad entre Davis y Crawford. Dijo también que se oponía a cualquier representación de personajes que no estuvieran vivos para juzgar la exactitud de cualquier incidente. Amárrame los pavos, que paren las películas sobe Isabel la Católica. Como el quinto capítulo iba sobre la ceremonia de los Oscar de 1963, le preguntaron acerca del asunto. "Lamento decir que hace más de 50 años y no lo recuerdo de ninguna manera. Por tanto, no puedo garantizar su exactitud". Ni que decir que los abogados utilizan su nuevo tratamiento. El 21 de junio fue nombrada Dama por la reina de Inglaterra (la persona más vieja en recibir la distinción).

A Ryan Murphy le encantó la respuesta entonces. No sabía qué le hacía más gracia, si que utilizara el término "supuesta" para describir la animosidad entre Davis y Crawford o lo de haber olvidado los Oscar del 63 (ya saben, sólo Bette Davis estaba nominada por ¿Qué fue de Baby Jane? y Joan Crawford se las arregló para recoger el Oscar de la ganadora, Anne Bancroft). "No estoy seguro de si Feud conseguirá nominaciones a los Emmy para sus creadores o sus estrellas, pero estoy dispuesto a darle a De Havilland uno por su obstinada determinación de no ser arrastrada por el lío" (Murphy).

Lo sorprendente en la demanda de Olivia de Havilland es que a los 101 años tenga esas preocupaciones, tenga ganas de pleitos. Cuando se estrenó el rollaco de The Artist, Kim Novak pagó una página en Variety y publicó indignada: "Quiero denunciar una violación" (por haber utilizado, acreditada, la música de Bernard Herrmann para Vértigo). Es difícil ser tan tonta como Kim Novak. Otra cosa es que Olivia necesite la pasta. O que se vea venir un Feud de ella y su hermana, que nos interesa más que el de Carlos y Diana.

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