El Barcelona tuvo 15 días para preparar a conciencia la final de la Copa del Rey, mucho más tiempo del que acostumbra el conjunto culé para los choques de máxima importancia. Con la Liga decidida a favor del Real Madrid, los azulgrana despidieron el campeonato de mala manera en el Benito Villamarín.
Era el último partido de Guardiola en Liga. Después de haber conquistado tres títulos domésticos, el técnico jugaba su último choque en el Benito Villamarín en un encuentro descafeinado. Aún así, al entrenador no le gustó ni un pelo la imagen de su equipo y se lo echó en cara a la plantilla al finalizar el partido.
Los azulgrana salvaron el empate en el último minuto merced a un cabezazo de Keita. El Betis había remontado el tanto inicial de Busquets aprovechándose de la desidia del cuadro azulgrana, actitud que no gustó nada al entrenador. Uno de los más señalados por el triste encuentro fue Dani Alves, que fue expulsado en la segunda parte.
El técnico, según relata Marca, se cogió un enfado monumental y echó una bronca a la plantilla tras el partido de las que se recuerdan. "Me habéis fallado", les dijo Guardiola sin querer señalar a ningún miembro de la plantilla. El entrenador les quiso poner alerta sobre todo para la final de la Copa del Rey.
La regañina, a tenor de lo visto en el Vicente Calderón, funcionó. El equipo salió a comerse al Athletic en los primeros minutos de la final de la Copa del Rey y en el minuto 20 el choque estaba decidido. Fue la última bronca de Guardiola y el último título del entrenador.