La final de Roland Garros entre Rafael Nadal y Novak Djokovic ha sido aplazada por la lluvia hasta el lunes y se reanudará a las 13:00 horas, según ha informado la organización del torneo.
La suspensión, a priori, favorece a Rafael Nadal, que estaba siendo superado por el vendaval de Djokovic, después de que el balear se llevara los dos primeros sets (6-4, 6-3, 2-6 y 1-2). El serbio, tras el primer parón por la lluvia, salió de su tumba, fue un ciclón y ganó el tercer set tras hacerse con seis juegos consecutivos.
Es la cuarta vez que ambos tenistas juegan una final en lunes en apenas dos años. Ya ocurrió en el Abierto de Estados Unidos de 2010 y 2011 y, este mismo año, en la final del Masters 1000 de Roma. En Roland Garros no pasa nada similar desde 1973, cuando el rumano Ilie Nastase ganó en martes su final.
Antes del vendaval de Djokovic tras el primer parón, el balear había dominado con mano de hierro el encuentro, siendo mucho más agresivo que su rival, que se llegó a desesperar con gestos –rompió una silla– que no son dignos de un número uno.
Nadal, muy serio
El primer set fue un auténtico carrusel de emociones. Nadal salió a su pista como un ciclón y robó los dos primeros saques de Djokovic para ponerse con 0-3. El serbio reaccionó e igualó a tres, pero Nadal robó el servicio del balcánico en la siguiente oportunidad para volver a ponerse con ventaja 3-5. No desaprovechó Nadal la oportunidad de llevarse la primera manga con su servicio.
Nadal seguía apretando el saque de Nole, buscando bolas largas y el serbio fallaba cada vez más a menudo. Pese al break inicial, el balcánico se rehizo y se puso por primera vez en el partido por delante en una manga (3-2). Sin embargo, el manacorense reaccionó para volver a mandar por 3-5. Al serbio se le veía muy nervioso. Tiró la raqueta, lo que le valió la pitada del público, e, incluso, rompió la silla cuando perdió su servicio con 3-3 en el marcador. El juez de silla advirtió a Nole, que gesticulaba constantemente y perdía el favor del público.
La lluvia hace crecer a Nole
Justo antes de ceder en la segunda manga, la lluvia hizo acto de presencia, como estaba previsto, y salvó al serbio en un momento delicado. Pero el balcánico salió frío después de la interrupción de media hora y cedió el segundo set a las primeras de cambio. No podía ir mejor la tarde para Nadal, que vencía dos mangas arriba al número uno del mundo tras dos horas de juego.
Parecía que iba a ser ya un camino de rosas hacia el séptimo Roland Garros cuando Nadal quebró el primer saque del serbio en la tercera manga y se puso con 0-2. Pero Nole salió de la tumba, por algo es el número uno del mundo, y remontó para llevarse el tercer set (6-2) con un juego muy agresivo que desarboló a Nadal. Era la primera manga que cedía el español en todo el torneo.
La sangría continuó en el cuarto set. Djokovic sumó su octavo juego consecutivo para ponerse con 2-0 en la manga. Nadal cortó la racha ganando su servicio, justo antes de que el partido se volviera a suspender, esta vez sí definitivamente. El propio Nadal recriminó al juez la suspensión, ya que estaban cayendo gotas desde hace una hora, con lo que las bolas estaban cada vez más pesadas y costaban levantarlas.
De nuevo, tendremos que esperar al lunes para saber si Nadal supera a Borg en títulos en París y mantiene el número dos o el serbio consigue su cuarto Grand Slam consecutivo.