España sigue haciendo historia y está cada vez más cerca de convertirse en la primera selección que gana tres grandes competiciones de manera consecutiva –dos Eurocopas con un Mundial entre medias–. De momento, los defensores del título logrado hace cuatro años en Viena ya están en la final de la cita continental de Polonia y Ucrania tras superar en semifinales a Portugal.
No fue un partido vistoso pero sí muy intenso. Después de 90 minutos sin apenas ocasiones, el conjunto de Vicente del Bosque fue superior en la prórroga, aunque no pudo batir la portería de Rui Patrício (0-0). La semifinal tuvo que decidirse en los penaltis, donde Iker Casillas, con su parada al disparo de Joao Moutinho; Sergio Ramos, que marcó a lo Panenka; y Cesc Fàbregas, anotando el último lanzamiento, acabaron siendo determinantes. Ahora espera a Alemania o Italia, que este jueves se medirán en la segunda semifinal en Varsovia.
La sorpresa de Negredo
El de esta noche en el Donbass Arena de Donetsk enfrentaba a dos estilos completamente distintos. España, con su característico juego de toque, confiaba en volver a superar a una selección, la portuguesa, que apuesta por el contragolpe y fútbol directo, con Cristiano Ronaldo como la gran amenaza. Del Bosque sorprendió al dar entrada en el once a Álvaro Negredo en lugar de Cesc, mientras que Paulo Bento, con Hélder Postiga fuera de combate por lesión, se decidió por Hugo Almeida como nueve en detrimento del habilidoso pero inexperto Nélson Oliveira.
Desde el principio se vio una intensa batalla física sobre el maltrecho césped, y en este apartado los portugueses están un peldaño por encima. Como en los cuatro partidos anteriores de la Eurocopa, Bento apostó por el músculo en el centro del campo, con Miguel Veloso, Joao Moutinho y Raúl Meireles, tratando de frenar el toque de los campeones.
Las ocasiones llegaron con cuentagotas. La primera la tuvo Arbeloa, tras una buena jugada colectiva, con un remate desde la frontal que salió muy encima de la portería defendida por Rui Patrício (m.10). Poco más peligro pudo llevar España porque su rival supo frenarla en el medio campo, si bien Iniesta lo intentó con un remate lejano que se marchó al cielo ucraniano, ya a la media hora. Despertó enseguida la selección de las Quinas con Cristiano Ronaldo, el de siempre. El madridista inquietó a Casillas con un disparo desde fuera del área, tras aprovechar uno de los pocos errores defensivos en el partido de Jordi Alba, que salió desviado. Las ocasiones en el Donbass Arena, donde se registró mayoría de seguidores españoles, brillaban por su ausencia porque la auténtica batalla se libraba en el medio campo.
Cristiano da algunos sustos
La segunda mitad continuó por los mismos derroteros, con la novedad de que Portugal cometía cada vez más faltas. Cristiano se veía frenado por Arbeloa y Sergio Ramos, que está realizando una Eurocopa soberbia, así que Nani y Hugo Almeida intentaron tener algo más de protagonismo. Pero el jugador del Manchester United se estrellaba una y otra vez contra la seria defensa española, mientras que el delantero del Besiktas, un armario donde los haya, nunca representaba una amenaza para Casillas.
Si había sorprendido Del Bosque de inicio al poner en el once a Negredo, no menos insólito fue que realizara tan pronto los cambios, dando entrada a Cesc Fábregas por el propio Negredo y, a continuación, a Jesús Navas por Silva. Quien tuvo que esperar fue Pedro. El canario, que había sonado como titular, acabaría entrando, ya en la recta final del período reglamentario, por un cansado Xavi Hernández.
Los jugadores lusos se empleaban cada vez con mayor dureza pero lograban su objetivo de anular a España. Además, Cristiano Ronaldo acabaría poniendo el corazón en un puño a la afición hispana, primero con un par de lanzamientos de falta que no encontraron portería y luego con una peligrosa contra lanzada por Raúl Meireles, aunque la pelota acabó marchándose por encima de la portería. A diferencia de los partidos ante Holanda y la República Checa, la estrella madridista no pudo brillar en esta ocasión, si bien es cierto que fue el jugador luso que más inquietó a la defensa rival. Como no podía ser de otra manera. Pero no fue su noche.
Mejor España en la prórroga
Tras 90 minutos sin demasiada historia, en los que Portugal fue superior físicamente, el partido mejoró en la prórroga. Y ahí, por fin, España pudo demostrar que es mejor que su rival. Con Pedro y Navas abriendo el campo, los pupilos de Vicente del Bosque llegaban cada vez más al área de Rui Patrício. La mejor ocasión en la primera parte de la prórroga fue para Iniesta, tras una gran jugada de Jordi Alba. Sin embargo, el de Fuentealbilla, muy apagado durante casi todo el encuentro, no pudo resolver ante el cancerbero del Sporting. Sergio Ramos, el mejor jugador español en el campo junto a Busquets, probó fortuna con un lanzamiento de falta que salió ligeramente alto.
Portugal empezaba a verse con la soga al cuello, más aún en una segunda parte en la que España seguía creando ocasiones, con Pedro y Navas como protagonistas. Pero los campeones seguían cometiendo los mismos pecados de siempre: faltaba finalizar las jugadas con remate a puerta. Los de Paulo Bento se agarraban como un clavo ardiendo a los penaltis, que terminaron por llegar inexorablemente al no sufrir variaciones el marcador.
Ramos, a lo Panenka
Fue una lotería que comenzó con la mala pinta para España porque Rui Patrício detuvo el primer lanzamiento de Xabi Alonso. Pero, como le ocurrió a Italia contra Inglaterra en cuartos de final, la película acabaría dando un giro de 180 grados. Iker impidió el despegue luso al detener el lanzamiento de Joao Moutinho. Protagonista también fue Sergio Ramos. Con el recuerdo del penalti que mandó a las nubes ante el Bayern en semifinales de la Champions, el sevillano se atrevió a lanzar en este duelo contra los lusos... ¡y de qué manera! A lo Panenka, como Pirlo el pasado domingo. La sangre fría del madridista precedió al fallo de Bruno Alves, que estrelló la pelota en el larguero, y al éxtasis español con el lanzamiento convertido por Fàbregas, que sellaba el 2-4 definitivo.
Un capítulo más en la increíble historia de esta selección española, que de estrellarse una y otra vez en cuartos nos está malacostumbrando a jugar las grandes finales y, lo que es mejor, ganarlas. Amén.
Ficha técnica
Portugal, 0: Rui Patrício; Joao Pereira, Pepe, Bruno Alves, Coentrao; Miguel Veloso (Custódio, m.105), Meireles (Varela, m.112), Moutinho; Nani, Cristiano Ronaldo y Hugo Almeida (Nélson Oliveira, m.80)
España, 0: Casillas; Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Xabi Alonso, Xavi (Pedro, m.86); Silva (Navas, m.60), Iniesta; y Negredo (Cesc, m.53)
Secuencia de los penaltis: 0-0: Xabi Alonso, para Rui Patricio; 0-0: Moutinho, para Casillas; 0-1: Iniesta, gol; 1-1: Pepe, gol; 1-2: Piqué, gol; 2-2: Nani, gol; 2-3: Sergio Ramos, gol; 2-3: Bruno Alves, al larguero; 2-4: Cesc, gol
Árbitro: Cuneyt Çakir (Turquía). Mostró tarjeta amarilla a los españoles Sergio Ramos (m.40), Busquets (m.60), Arbeloa (m.83) y Xabi Alonso (m.113), y a los portugueses Coentrao (m.44), Pepe (m.61), Joao Pereira (m.64), Bruno Alves (m.85) y Veloso (m.93)
Incidencias: Primera semifinal de la Eurocopa 2012 disputada en el Donbass Arena de Donetsk (Ucrania) ante unos 48.000 espectadores, entre ellos unos 1.500 españoles. En el palco no hubo ningún representante institucional español, en protesta por el caso de la exprimera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko. El césped fue regado veinte minutos antes del comienzo del encuentro.
Iker Casillas y Cristiano Ronaldo, capitanes de las selecciones de España y Portugal, respectivamente, leyeron un comunicado contra el racismo antes del inicio del encuentro. Los jugadores de la selección española lucieron brazaletes negros en memoria de Miki Roqué, futbolista del Betis fallecido el pasado domingo a los 23 años