Álvaro Morata no termina de consolidarse en el Chelsea. Tras vivir un infierno la pasada temporada, comenzó la presente jugando y marcando. 5 goles en los 10 primeros choques. Sin embargo, en las últimas semanas el delantero madrileño ha perdido peso en los esquemas de Sarri –en los últimos cinco partidos no ha visto puerta y ha perdido el puesto de titular en detrimento de Giroud– e incluso se ha quedado fuera de la convocatoria en el último partido que el conjunto pijo de Londres le ganó al City.
Morata comienza a estar cansado de su situación en el Chelsea y se plantea cambiar de aires. Según ha informado RAC1, el ex del Real Madrid se ha ofrecido al Barcelona. Según la radio catalana, Álvaro vería con buenos ojos llegar a la Ciudad Condal para convertirse en la alternativa de Luis Suárez.
El Barça está rastreando el mercado en busca de un delantero centro que pueda dar aire a Luis Suárez. Aunque no es un objetivo prioritario, las necesidades más inmediatas del conjunto culé son un central y un centrocampista, los mejores posicionados son De Ligt y De Jong, no se vería con malos ojos la incorporación de un punta que mejore a Munir. La cuestión es ¿mejora Morata a Munir?
Morata, de 26 años, no está encontrando su sitio y necesita un cambio. Formado en la cantera del Real Madrid, su paso al primer equipo no salió como él esperaba. Ante las pocas oportunidades que tenía, en la 13-14 jugó 986 minutos entre todas las competiciones y salió de inicio en seis partidos, se fue a la Juventus.
En Italia estuvo dos campañas, en la 14-15 y la 15-16. En Turín tuvo continuidad y una participación destacada y eso le facilitó el regreso al Santiago Bernabéu. Pero la vuelta a casa no fue como se esperaba y volvió a salir una temporada después, esta vez rumbo a Inglaterra. Su primer año en el Chelsea, donde las lesiones le han lastrado y su perdida de confianza fue tan brutal que llegó a estar un año sin marcar, le privó de jugar el Mundial de Rusia. Una espina que aún tiene clavada el ariete.
Esta temporada, tras el adiós de Conte y la llegada de Sarri, el sol se vislumbraba en el horizonte. Pero solo fue un sueño. La cruda realidad hace que el agente de Morata empiece a mover el árbol. Veremos si cae una manzana azulgrana. Difícil parece.