España comenzó el partido fría y pagando el tremendo varapalo sufrido con la eliminación ante Serbia del pasado miércoles, algo que aprovechó Eslovenia para, de la mano del acierto ofensivo de Jaka Lakovic, con dos tempraneros triples, obligar a parar a Sergio Scariolo el partido a los cinco minutos de juego (5-12). Por suerte para los pupilos del bresciano, Rudy Fernández comenzó a asumir a partir de ese momento el liderazgo ofensivo, aunque un nuevo triple de Lakovic seguía manteniendo las distancias (10-17). La entrada de los reservas no resolvió la situación y, apoyándose en el NBA Goran Dragic los balcánicos concluyeron el primer cuarto dominando por siete (16-23).
Sin embargo, la entrada de Fran Vázquez en la cancha, como ya ocurriera en el partido frente a Serbia, le sentó bien a España. Raúl López y el gallego conectaron bien, y la selección recortó rápidamente la renta rival, pese a los malos minutos de un desconectado Juan Carlos Navarro (22-23). Scariolo volvió a tirar de una defensa zonal, pero el acierto rival no se vio especialmente afectado, y un Samo Udrih especialmente atinado volvió a poner la renta de los de verde en siete (31-38). España, más por orgullo que otra cosa, aprovechó una canasta de Marc Gasol a dos segundos del descanso para dejar todo por resolver en la segunda mitad (38-41).
Pareció salir más concentrada España tras el descanso, con la novedad de que Scariolo dejó sorprendentemente a Navarro en el banquillo, dando entrada a Mumbrú en su lugar. Rudy Fernández siguió siendo con diferencia el más acertado de los suyos, y, pese a una técnica señalada al balear por protestar una decisión arbitral, enseguida la selección se puso por delante en el marcador (51-50). Pero el equipo no terminaba de estar metido en el partido, y un nuevo bajón, coincidiendo con la cuarta falta de Rudy lo aprovechó bien Eslovenia para obligar de nuevo al seleccionador nacional a solicitar un nuevo tiempo muerto (51-56).
Navarro y Vázquez, claves en la remontada
La nueva remontada española coincidió, una vez más, con el retorno de Fran Vázquez a la cancha en lugar de Marc Gasol. El pívot del Barça aportó intensidad defensiva, logrando varios errores consecutivos en el ataque rival que, unidos a la aparición, por fin, de Navarro, volvieron a voltear el tanteador (60-59). Las vibraciones habían mejorado levemente, y pese a que España ya mandaba en el tanteador, en el juego se mantenía una irregularidad ciertamente peligrosa de cara al último periodo (64-62).
Nuevamente Navarro y Fran Vázquez abrieron de forma positiva los diez últimos minutos para España. A la canasta del de Sant Feliú siguieron dos tapones de su compañero en el Barça, a Dragic y el enorme Brezec. Poco después, canasta del gallego tras asistencia del capitán de la selección (71-67). Poco a poco, la resistencia eslovena languidecía. Pese a los esfuerzos de Lakovic y Zupan por evitarlo, dos triples casi consecutivos del madridista Sergio Llull y otro más de Navarro dejaron el partido encarado a cuatro minutos del final (84-73).
El escolta catalán, que se había ido al descanso con malos porcentajes y sólo tres puntos, asumió el tirón de orejas de Sergio Scariolo, y con una magnífica asistencia, para Vázquez, quién si no, y otro triple, se colocó con la friolera de veintiséis puntos, antes de irse al banquillo y recibir el merecido homenaje de la grada en forma de ovación. El partido estaba resuelto, tras una segunda parte en la que España dejó, por momentos, minutos de gran baloncesto, para imponerse finalmente por un abultado 97-80.
Ficha técnica del partido:
97, España (16+22+26+33): Rubio (3), Rudy (16), Navarro (26), Garbajosa (5), Gasol (5) -equipo inicial-, Raúl, Reyes (9), Vázquez (16), Llull (6), San Emeterio (4), Claver y Mumbrú (7).
80, Eslovenia (23+18+21+18): Lakovic (19), Dragic (19), Nachbar (2), Slokar (1) y Brezec (6) -equipo inicial-, Becirovic (13), Udrih (7), Zupan (11) y Vidmar (2).
Árbitros: Romualdas Brazauskas (Lituania), Murat Biricik (Turquía) y Olegs Latisevs (Letonia). Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a las semifinales por los puestos cinco al ocho del campeonato del mundo de baloncesto disputado en el Sinam Erdem de Estambul ante 4.000 espectadores.