El primero gran premio de la temporada nos ha dejado un panorama muy parecido con el que cerramos el año pasado el Mundial. Red Bull dominando, con Ferrari algo más cerca y Aston Martin en el pelotón de los perseguidores.
Sin bien es cierto que el coche de Fernando Alonso ha mejorado a una vuelta y es ahora más competitivo en clasificación, los problemas con la degradación de los neumáticos le penalizó en exceso al inicio de la carrera, con el depósito lleno, y se vio relegado a la novena posición. El coche funciona, es rápido cuando se aligera de combustible, lo demuestra la remontada del compañero de equipo del asturiano, Lance Stroll, que pese a quedar último tras un trompo en la salida consiguió escalar hasta la décima posición y entrar en los puntos.
Lo único diferente es el programa de mejoras que Aston Martin ha anunciado, mucho más ambicioso que el del año pasado y que arrancará ya en el próximo gran premio en Arabia Saudí en menos de un semana.