Menú

Fórmula 1

Horner sabe que el vigente campeón del mundo necesita más a Red Bull, que Red Bull a Max Verstappen.

Red Bull al borde del suicidio

Horner sabe que el vigente campeón del mundo necesita más a Red Bull, que Red Bull a Max Verstappen.

Control, poder y ego son los condicionantes que hay detrás de la guerra interna de Red Bull y que está a punto de hacer saltar por los aires la estructura del equipo austriaco. Por un lado la facción tailandesa, que cuenta con el 51 por ciento del accionariado de la escudería, y donde estaría posicionado Christian Horner como jefe de equipo. Por otro, la facción austriaca donde estaría los Verstappen y su mentor Helmut Marko, que tendría el 49 por ciento restante. El caso del supuesto acoso de Horner a una empleada de la marca, que ha sido desestimado después de una investigación interna, las filtraciones posteriores de las conversaciones y la sanción por parte de Red Bull a la empleada, parecía que no iba a tener mucho más recorrido, y vaya si lo ha tenido.

Harto de la situación Christian Horner que había guardado silencio, lo rompió el pasado fin de semana para pedir respeto para su familia, y sabedor de su posición de poder lanzó un claro mensaje a Verstappen y todo su entorno asegurando, que cualquier piloto de la parrilla estaría encantado de subirse al Red Bull y recordando que, nadie es más importante, ni está por encima de que la propia marca. Y es que Horner sabe que el vigente campeón del mundo necesita más a Red Bull, que Red Bull a Max Verstappen; es tanta la superioridad mecánica del coche que casi cualquier piloto que sustituyera al neerlandés conseguiría los mismos resultados que este.

Y la guerra sigue, porque si bien hace una horas la prensa alemana aseguraba que Horner sería sustituido antes del próximo gran premio que se celebra en Australia, después de perder la confianza de la facción tailandesa, cada vez son más los medios y las fuentes las que hablan de que Horner se siente respaldado por la marca y habría insistido en la idea de que Red Bull no quieren tener a nadie en la escudería a disgusto y que la puerta está abierta para cualquier persona, ocupe el cargo que ocupe dentro del organigrama.

Está claro que el lado austriaco de la trama no quiere abandonar Red Bull, son conscientes del potencial del coche y saben que su marcha supondría poner en riesgo los dos próximos títulos de Max Verstappen, por eso están insistiendo con vehemencia en la necesidad de que Horner salga de la escudería. Su argumento, que el caso de acoso ha dañado la marca, sobre todo en Estado Unidos y que si la empleada apela el resultado de la investigación y su sanción, podría dañar aún más a Red Bull.

Lo que no ha salido a la luz son los verdaderos motivos para que una y otro familia de Red Bull se hayan declarado la guerra. Una situación bastante vergonzosa que contrasta bastante con el dominio tan aplastante que demuestran en la pista.

Temas

0
comentarios