
La salida de Helmut Marko de Red Bull Racing marca uno de los capítulos más tensos en la historia reciente de la escudería. El asesor austriaco, figura clave en los éxitos del equipo durante más de 20 años, dejará oficialmente su cargo a finales de 2025. Aunque su marcha se ha presentado como una renuncia voluntaria, sus primeras declaraciones públicas revelan un trasfondo de conflictos internos, luchas de poder y acusaciones directas contra Christian Horner, exdirector del equipo.
"El rendimiento en pista no estaba ahí y teníamos que hacer algo", afirmó Marko. Pero no se quedó ahí y aseguró que el despido de Horner debía haber sido antes: "Si lo hubiésemos hecho antes, si Christian Horner hubiera salido antes, habríamos sido más rápidos en pista este año y Max habría sido campeón del mundo. Estoy absolutamente convencido de ello", aseguró en una entrevista, responsabilizando directamente al británico del segundo puesto de Max Verstappen en el Mundial de 2025.
El cambio tras la muerte de Mateschitz
Marko sitúa el inicio del deterioro interno de Red Bull tras el fallecimiento en 2022 de Dietrich Mateschitz, cofundador de Red Bull y su principal aliado dentro de la estructura. "Con Didi, el poder estaba en Austria. Nosotros decidíamos", recordó. Su muerte provocó, según Marko, un giro profundo en el equilibrio interno del equipo y un aumento del control por parte de la empresa matriz.
"A partir de ese momento, comenzó un nivel de supervisión con el que yo no estaba familiarizado", explicó. Ese nuevo contexto permitió, a su juicio, que Horner comenzara a consolidar su influencia dentro del equipo con el respaldo del accionista mayoritario, Chalerm Yoovidhya.
Pero además, uno de los episodios más delicados que Marko recordó fue la polémica surgida en torno a unas supuestas declaraciones suyas sobre Sergio Pérez. "¿Recuerdas cuando se dijo que yo había afirmado que los mexicanos estaban menos concentrados que los holandeses o los alemanes? Eso fue inventado, quizá por ellos", afirmó tajantemente.
Además, el exasesor negó también haber criticado públicamente el desarrollo del motor o haber puesto en duda la continuidad del acuerdo con Ford. "Yo nunca dije eso", insistió, asegurando que esas frases fueron utilizadas para desacreditarlo internamente. "Horner quería utilizarlo para suspenderme", denunció.
El papel clave de Verstappen
Según Marko, su salida anticipada no se produjo gracias a la intervención directa de Max Verstappen. "Porque Max entró en escena en Yeda, eso no sucedió", explicó. El asesor sostuvo que el piloto neerlandés fue determinante para frenar su apartamiento y respaldó su papel dentro del equipo.
"Con mayor frecuencia, fuimos capaces de demostrar que Horner estaba mintiendo en todo", añadió Marko. "Una vez que Chalerm se dio cuenta también, reconsideró su punto de vista", afirmó, subrayando la cercanía que siempre mantuvo con Verstappen y su entorno. Pero además, Marko también reveló un episodio ocurrido en 2022, durante una fiesta previa al Gran Premio de Austria, que considera clave para entender el conflicto de poder. "Christian vino a mí y me dijo: 'No acabará el año'", relató, en referencia al estado de salud de Mateschitz.
Luego, según Marko, tras el fallecimiento de Dietrich Mateschitz "Hizo todo lo posible por hacerse con el control con el apoyo de Yoovidhya. Yo hice todo lo que pude en nombre de Austria para evitarlo", sentenció, dejando claro que la disputa trascendía lo deportivo y se centraba en quién dirigía realmente Red Bull.
Un adiós que deja heridas abiertas
La marcha de Helmut Marko pone fin a una etapa fundamental en la historia de Red Bull. Responsable de la apuesta por jóvenes talentos y pieza clave en la carrera de Max Verstappen, su salida llega acompañada de un relato que expone tensiones internas, acusaciones cruzadas y una fractura profunda en la cúpula del equipo.
"Esto nunca fue nada personal", concluyó Marko. Además, recuerda que él "Fundé Red Bull Racing junto a Didi en 2005. Horner fue nombrado jefe, pero el poder siempre estuvo en Austria". Sus palabras finales, lejos de cerrar heridas, confirman que el adiós del austriaco deja un legado deportivo indiscutible y un conflicto interno que seguirá marcando el futuro de la escudería.

