L D (EFE) Federer, defensor del título, dominaba al francés Sebastien Grosjean por 6-2, 6-3, 4-3 y servicio del galo, cuando el juego se interrumpió por segunda y última vez. Mientras, Roddick vencía al croata Mario Ancic, por 6-4 y 4-3, cuando el juez árbitro del torneo, Alan Mills, decretó la cancelación.
Ha sido un día de paraguas de nuevo en Wimbledon, que este sábado, si el tiempo no lo impide, tiene programada la final femenina entre la estadounidense Serena Williams, primera favorita y defensora del título, y la rusa Maria Sharapova, decimotercera cabeza de serie, y la reanudación de las dos semifinales masculinas.
Las primeras preocupaciones comienzan a surgir, y se recuerda que hace tres años la final masculina, entonces entre el croata Goran Ivanisevic y el australiano Patrick Rafter, tuvo que disputarse el tercer lunes. La primera suspensión se produjo cuando Federer dominaba a Grosjean por 3-2 y 40-30 y servicio, después de sólo 22 minutos de juego. Cuatro horas y 35 minutos después, tras varios intentos inútiles de levantar las lonas, se reanudó el encuentro, que no pudo acabarse.
El revés liftado de Federer y su velocidad en los desplazamientos marcó el partido. Hubo momentos en los que Grosjean se convirtió en un espectador más de la clase del suizo, a quien aplaudió, admitiendo su poderío. Con la suiza Martina Hingis en el palco, apoyando a su compatriota, Federer rompió en el primer juego del partido, y luego en el séptimo (5-2). Su pasmosa seguridad, salpicada con golpes inverosímiles le llevó a robar el servicio del francés otras dos veces, en el séptimo y noveno de la segunda manga. Parecía lanzado, sin resquicio alguno en sus esquemas, y eso que Grosjean no había perdido ni un solo set hasta ahora. El francés, finalista en el torneo de Queen´s, sólo dispuso de un punto de ruptura, en el quinto juego del tercer set, pero Grosjean falló una bola larga con la derecha y su objetivo se esfumó. Tras una hora y 30 minutos de juego real, el partido se suspendió con Federer, a sólo un paso de lograr el 4-2.
La otra semifinal estaba prevista en principio para después del duelo entre Federer y Grosjean en la Central, pero ante la amenaza de lluvia y el tiempo de espera se trasladó a la Pista Uno. Roddick saltó a la pista con barba de varios días y dispuesto a sentenciar cuanto antes su duelo contra el verdugo del británico Tim Henman, y aunque el partido fue nivelado, el estadounidense sacó provecho de su mayor potencia con el servicio. El campeón del Abierto de EEUU, en busca de convertirse en el primer americano después de Pete Sampras que llega a la final, rompió en el noveno juego del primer set, para sentenciar con su servicio a continuación.
Ancic, de 20 años, resbaló en varias ocasiones sobre la pista y no se sintió lo suficientemente cómodo para hacer frente al de Omaha, que logró tres aces , y un servicio a 231,6 kilómetros por hora, muy cerca de su récord en Wimbledon de 234,9 logrado el miércoles contra el holandés Sjeng Shalken en cuartos de final. Ancic, en su primera semifinal de un Grand Slam , tuvo dos puntos de ruptura en el décimo juego de la primera manga, pero Roddick los anuló con eficacia, sobre todo el último, con una impresionante derecha cruzada después de correr de una esquina a otra de la pista. Tras 68 minutos, el juego se canceló, justo en el momento en el que Súper Mario volvía a disfrutar de otro punto de ruptura, pero ya había cedido su servicio en el quinto juego (3-2) y el americano dominaba por 6-4 y 4-3.
Ha sido un día de paraguas de nuevo en Wimbledon, que este sábado, si el tiempo no lo impide, tiene programada la final femenina entre la estadounidense Serena Williams, primera favorita y defensora del título, y la rusa Maria Sharapova, decimotercera cabeza de serie, y la reanudación de las dos semifinales masculinas.
Las primeras preocupaciones comienzan a surgir, y se recuerda que hace tres años la final masculina, entonces entre el croata Goran Ivanisevic y el australiano Patrick Rafter, tuvo que disputarse el tercer lunes. La primera suspensión se produjo cuando Federer dominaba a Grosjean por 3-2 y 40-30 y servicio, después de sólo 22 minutos de juego. Cuatro horas y 35 minutos después, tras varios intentos inútiles de levantar las lonas, se reanudó el encuentro, que no pudo acabarse.
El revés liftado de Federer y su velocidad en los desplazamientos marcó el partido. Hubo momentos en los que Grosjean se convirtió en un espectador más de la clase del suizo, a quien aplaudió, admitiendo su poderío. Con la suiza Martina Hingis en el palco, apoyando a su compatriota, Federer rompió en el primer juego del partido, y luego en el séptimo (5-2). Su pasmosa seguridad, salpicada con golpes inverosímiles le llevó a robar el servicio del francés otras dos veces, en el séptimo y noveno de la segunda manga. Parecía lanzado, sin resquicio alguno en sus esquemas, y eso que Grosjean no había perdido ni un solo set hasta ahora. El francés, finalista en el torneo de Queen´s, sólo dispuso de un punto de ruptura, en el quinto juego del tercer set, pero Grosjean falló una bola larga con la derecha y su objetivo se esfumó. Tras una hora y 30 minutos de juego real, el partido se suspendió con Federer, a sólo un paso de lograr el 4-2.
La otra semifinal estaba prevista en principio para después del duelo entre Federer y Grosjean en la Central, pero ante la amenaza de lluvia y el tiempo de espera se trasladó a la Pista Uno. Roddick saltó a la pista con barba de varios días y dispuesto a sentenciar cuanto antes su duelo contra el verdugo del británico Tim Henman, y aunque el partido fue nivelado, el estadounidense sacó provecho de su mayor potencia con el servicio. El campeón del Abierto de EEUU, en busca de convertirse en el primer americano después de Pete Sampras que llega a la final, rompió en el noveno juego del primer set, para sentenciar con su servicio a continuación.
Ancic, de 20 años, resbaló en varias ocasiones sobre la pista y no se sintió lo suficientemente cómodo para hacer frente al de Omaha, que logró tres aces , y un servicio a 231,6 kilómetros por hora, muy cerca de su récord en Wimbledon de 234,9 logrado el miércoles contra el holandés Sjeng Shalken en cuartos de final. Ancic, en su primera semifinal de un Grand Slam , tuvo dos puntos de ruptura en el décimo juego de la primera manga, pero Roddick los anuló con eficacia, sobre todo el último, con una impresionante derecha cruzada después de correr de una esquina a otra de la pista. Tras 68 minutos, el juego se canceló, justo en el momento en el que Súper Mario volvía a disfrutar de otro punto de ruptura, pero ya había cedido su servicio en el quinto juego (3-2) y el americano dominaba por 6-4 y 4-3.