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Martín Prieto ofrece un trato a Rubalcaba

Bárcenas da un respiro y la prensa se dispersa. Unos con el déficit, otros con el PSC, otros con el registro...

"Falciani no será extraditado porque colabora con el CNI", informa El Mundo. Interesante, que duda cabe. Falciani es un señor informático que robó datos de miles de cuentas del HSBC y anda haciéndoles la visa imposible a algunos políticos. Pedro J. editorializa sobre la enésima sentencia del Supremo sobre política lingüística que la Generalidad se pasará por el forro. "Estamos ante un problema de voluntad política del Gobierno. Dado el sistemático boicot de la Generalitat a las sentencias y a las normas del Estado, solo cabe utilizar todos los medios legales y coercitivos para garantizar lo que es un derecho de los ciudadanos". Pedro, ¿no te cansas? Cuenta también El Mundo que esta vez Rubalcaba se ha cabreado de verdad y ha dado un puñetazo encima de la mesa. "El PSOE multa con 600 euros a los diputados del PSC y excluye a Zaragoza de la dirección". Muy bien, Rubal, muy bien, que se note quién manda.

El País no respeta ni el día de reflexión que ha dado Bárcenas al PP y lo lleva a rastras a su portada. "El juez reclama a Suiza las cuentas de Bárcenas en el apogeo de Gürtel". Lo que sea, Bárcenas tiene que ser noticia todos los días sí o sí.

Josep Ramoneda está muy, pero que muy enfadado con el PSOE por cómo se ha portado con el PSC. No entiende el columnista de El País por qué PSOE y PP votaron en contra de un texto "que solo pide que se abra una negociación política". Lo que pasa, dice con mala cara, es que "PP y PSOE se niegan a reconocer a Cataluña otra condición que la de un apéndice de España", una regioncilla más cualquiera. El PSC "se ha encontrado fuera del catalanismo político y alineado con el PP y Ciutadans" y "no puede situarse rotundamente en contra" de la independencia, dice. A ver, Ramoneda no te vuelvas loco, que el PSC está a favor del referéndum. "Puede que el PSC sin el PSOE no sea nadie en Cataluña, pero el PSOE sin el PSC, menos todavía". Vale, vale.

ABC aprovecha el sosegado día para dar buenas noticias. "España acalla a los agoreros y cumple con el déficit". Y lanza unas cuantas advertencias a Bruselas. "Sería un error que la Comisión interpretara mal este éxito innegable del Gobierno y desoyera a los que creen que, precisamente porque España cumple, ahora necesita un poco de oxígeno para volver a ponerse en marcha. España ha hecho los deberes; ahora le toca a la UE". Bruselas debe de estar temblando.

La Razón tampoco desaprovecha la oportunidad de lanzar unos vivas a Rajoy, que últimamente anda de capa caída. "Rajoy cumple: el déficit de 2012 fue del 6,7%". Y además tiene el resultado de los grafólogos de Bárcenas. "Los peritos policiales concluyen que no se puede acreditar que la letra sea de Bárcenas", vaya por Dios, esto es el cuento de nunca acabar. Marhuenda está como unas castañuelas. "La confusión aumenta y las sospechas se disparan en torno a unas fotocopias tan escasamente creíbles como oscuro es su origen". Martín Prieto quiere jubilar a Rubalcaba. "Alfredo ha dado de sí, para lo bueno y lo malo, todo lo que podía y sólo está retrasando patéticamente su marcha al Aventino". Y le ofrece un trato para un retiro tranquilo. "Le perdonamos hasta su gusto por los faisanes si deja de pedir la dimisión de Rajoy". Bueno, bueno, eso habrá que hablarlo con más tranquilidad.

La Gaceta nos cuenta que "el Gobierno cambia la ley y el beneficiado es... Rajoy". "Gallardón suprime por decreto 80 registros, entre ellos el único que competía con el Registro del presidente en Santa Pola. Prepara un amento de los aranceles que multiplicará por 15 los ingresos de los registradores". Qué escándalo. Ya explica en el editorial que aunque no lo hayan notado, "esta información es extraordinariamente relevante" porque, entre otras cosas, "sugiere que el Gobierno habría reformado el sistema registral para beneficiar directamente a personas concretas y muy en primer lugar al propio presidente del ejecutivo, lo cual sería una cacicada intolerable". Abominable, absolutamente abominable. Y la gente venga con Bárcenas y venga con Bárcenas.

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