Las cuestiones de la economía interna del PP copan las alturas de la portada tanto en El Mundo como en El País. En el periódico dirigido por Pedro J. Ramírez se habla de los pagos a Álvarez Cascos, generosos pero declarados a Hacienda. Los de Prisa, de ultimísima hora, hablan de las cuentas antes del año 93.
Seguimos en El Mundo y nos vamos a la página ocho, donde hay una foto aparentemente inocente de Rubalcaba en la sede de Movimiento por la Paz. Pero ojo, hay que mirar con más detenimiento: la foto es delante de un cartel en el que se reproduce un fragmento del Evangelio de San Lucas.
¿Un fragmento del Evangelio en un sitio como Movimiento por la Paz? Está bien, dirán ustedes, pero la cosa tiene más enjundia porque, pásmense ustedes, el fragmento está manipulado. Que sí, que sí, que ya sé que es increíble pero es así. Para empezar han sustituido la palabra "Salvador" por "Liberador", y estamos hablando de Dios; luego dice "opresores" cuando las traducciones habituales hablan de "arrogantes" o, más comúnmente, "soberbios de corazón"; finalmente, los "humildes" se convierten en "oprimidos". Además, se saltan varios versículos.
El texto original se puede traducir así:
1:46 María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor, 47 y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. 48 Porque ha mirado la humilde condición de esta su sierva; pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada. 49 Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso; y santo es su nombre. 50 Y de generación en generación es su misericordia para los que le temen. 51 Ha hecho proezas con su brazo; ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. 52 Ha quitado a los poderosos de sus tronos; y ha exaltado a los humildes; 53 A los hambrientos los ha colmado de bienes y ha despedido a los ricos con las manos vacías. 54 Ha ayudado a Israel, su siervo, para recuerdo de su misericordia
Y esta es la "versión roja":
Y dijo María: se alegra mi espíritu en Dios mi libertador porque su brazo interviene con fuerza, desbarata los planes de los opresores, derriba del trono a los poderosos y ensalza a los oprimidos".
La cabeza de Rubalcaba nos tapa parte que intuimos, y además hemos añadido comas, que se ve que deben ser de ricos o de opresores y, por tanto, en Movimiento por la Paz no gastan de eso.
Hablando de cosas sorprendentes volvemos a El País y leemos uno de los editoriales, dedicado a los problemas en las universidades que, atención, "amenazan las mejoras alcanzadas en los últimos años". ¿Mejoras? ¿Qué mejoras? ¿Es que acaso en los últimos años las universidades españolas han empezado a arrasar en los rankings internacionales y no nos hemos enterado? A veces uno piensa que los editorialistas de Prisa viven en una realidad paralela.
En ABC le dedican su portada a Marc Márquez y, menos glorioso, a los despidos y las subvenciones de UGT. En el interior, como todos los lunes, artículo de Aguirre, que en esta ocasión nos lleva al funeral de Margaret Thatcher, que provocó a la lideresa una reflexión sobre cómo le gustaría "que en España fuéramos capaces de honrar sinceramente a los que han trabajado por España, aunque no pensaran cono nosotros" y que "el patriotismo fuera un valor aceptado por todos y que estuviéramos orgullosos de ser españoles". Por soñar que no quede, doña Esperanza.
La Razón dedica su portada a los vínculos en España de los terroristas de Boston y la foto es para Tomás Gómez, pero no piensen ustedes mal que son noticias distintas. En el interior del diario de Planeta lo más recomendable es la información sobre IU, ese partido azote de defraudadores que le debe a Hacienda 1,2 milloncejos de nada.
La Gaceta, por último, lleva a su portada dos noticias de los dos grandes partidos: los números rojos del tesorero del PSOE, que antes de acceder al cargo dejó a su empresa arruinada y un bonito pufo con la Seguridad Social; y la factura impagada por el PP que llenó de indignación a Jorge Trías, tanta que entre entregar "los llamados papeles de Bárcenas" a la Justicia o a Prisa, se decidió por lo segundo.