La Vanguardia parece haber roto peras con los Pujol, o al menos así lo refleja el durísimo perfil que dibuja hoy del hijo mayor del expresident. Bajo el título "El temido 'Júnior'", dice el periódico del conde de Godó que "la personalidad de Jordi Pujol Ferrusola es descrita por quienes le trataron como la de un extravagante perdonavidas", pero esto es sólo el aperitivo.
"Le temían por ser quien era: el hijo mayor del president Jordi Pujol". Pese a no tener ningún cargo ni en el Gobierno ni el partido, "se movía como pez en el agua siempre cerca de la división de contratos y licitaciones. Gozar o no de sus confianza podía ser un factor determinante para llegar a ser conseller y todo lo contrario, para la pura y dura exclusión", dice el periódico de fuentes bien informadas.
"Era el más radical de todos y el más sectario", continúa La Vanguardia sin pararse en barras, pero si todos lo temían era por su "carácter". "Los que lo trataron no agotan los adjetivos que dan cuenta de una personalidad impetuosa, irreflexiva, de actitud chulesca y en ocasiones, incluso algo violenta. Alguien "imprevisible, intolerante, alocado".
Y aquí no acaba la cosa. Era un "comisionista muy cercano al poder, un amante de los deportes fieros -como el rugby- la velocidad -los coches caros- y las mujeres. Algunas han empezado ahora a pasarle factura", concluye La Vanguardia.