Si bien es cierto que Esperanza Aguirre llegó a un acuerdo con el PP mediante el cual se presta a ofrecer su cargo de presidenta del PP de Madrid a cambio de su candidatura a la Alcaldía de la capital, no es menos cierto que, desde que fue nombrada para esa empresa, se esfuerza día a día en marcar su territorio y también distancias con la candidata elegida por el PP Nacional para la Comunidad, Cristina Cifuentes.
Empezó ayer mismo nombrando a diez candidatos a diferentes alcaldías madrileñas, algunas de municipios tan importantes como Alcobendas, Coslada, Torrejón o Alcalá de Henares, algo que no sentó nada bien a la cúpula de la calle Génova. Y hoy mismo ha hecho más movimientos que van en esa misma dirección. Ha nombrado como director de campaña del PP madrileño al actual portavoz del partido en la Asamblea de Madrid, Iñigo Henríquez de Luna, un "aguirrista" al que Esperanza Aguirre repescó cuando era concejal del Ayuntamiento con Alberto Ruiz Gallardón. Y, sin embargo, el director de campaña de Cifuentes es Juan Carlos Vera, hombre de confianza de Mariano Rajoy que desempeña ahora el cargo de coordinador de Organización del Partido Popular.
El otro e indisimulable gesto con el que Aguirre quiere diferenciarse del PP nacional y también de Cristina Cifuentes es su postura ante el aborto. Este fin de semana distintas organizaciones pro-vida celebran en Madrid una manifestación cuyo principal objetivo es mostrar su indignación por la postura del partido en el gobierno de no abordar una reforma de la ley del aborto como proclamó en su programa electoral. Aguirre ha anunciado que estará en esa manifestación. Se trata de un doble dardo lanzado a Rajoy y a la propia Cifuentes, con la que seguro que no se encontrará en esa protesta. La todavía delegada del Gobierno si es partidaria del aborto y, de hecho, fue una de las voces que se levantaron en el seno del partido contra la frustrada ley Gallardón.