Las próximas elecciones catalanas dejan sentimientos ambivalentes en Ciudadanos. No hay duda que, aun sin su líder Albert Rivera, al que sustituye Inés Arrimadas, la formación naranja obtendrá su mejor resultado, por encima de los nueve diputados obtenidos en 2012. Pero por otro lado las expectativas son demasiado altas como para no temer defraudarlas. Además de la irrupción del candidato del PP, Xavier García Albiol, preocupa la del que será número uno de Unió, Ramón Espadaler, encargado de defender a la formación democristiana en la primera vez que concurre en solitario a las elecciones autonómicas. Las encuestas vienen reflejando un intenso trasvase del votante moderado de CIU hacia Ciudadanos, algo que podría frenarse parcialmente con una figura como la del ex consejero de Interior.
Arrimadas trabaja intensamente este verano seleccionando su equipo, al que se van a incorporar personas que conocen muy bien la administración catalana por dentro y que han mantenido un inequívoco compromiso constitucionalista. Además, estará acompañada por los candidatos de las otras tres provincias catalanas, entre los que figura el secretario general de Ciudadanos, Matías Alonso, número uno por Tarragona, así como Jean Castel como cabeza de lista por Gerona o Jorge Soler por Lleida. En la lista de Barcelona, los tres siguientes puestos al de Arrimadas estarán ocupados por pesos pesados de la Ejecutiva de Ciudadanos: los diputados Carlos Carrizosa y José María Espejo y el secretario de comunicación, Fernando Páramo, que se estrenará como parlamentario en la próxima legislatura autonómica.
En este contexto ha llegado la designación de García Albiol, quien se ha estrenado señalando directamente a Albert Rivera por haber, a juicio del exalcalde de Badalona, abandonado Cataluña en uno de los momentos más importantes de su historia. Ante estos ataques Ciudadanos ha trazado una estrategia que este miércoles comenzaba a desplegar Arrimadas en una entrevista en Catalunya Radio: "El problema que tiene el PP es de proyecto, no se soluciona con un nombramiento de última hora y a dedo como el del señor Albiol" Para la candidata de Ciudadanos, su rival popular "ha caído en el marco mental de Artur Mas, por considerar que marchar a ser presidente de todos los españoles es marcharse fuera de Cataluña".
La estrategia de Ciudadanos pasa, en primer lugar, por evitar el ataque directo a Albiol. En ese sentido, el tuit en el que el número dos por Barcelona para las generales, el economista independiente Antonio Roldán, comparaba al candidato popular con Jean Marie Le Pen, el fundador del Frente Nacional francés, se considera una nota discordante, fruto quizás de alguien que no está en la cocina diaria del partido. Ciudadanos quiere destacar la contradicción de alguien que como Albiol pretende combatir el separatismo, aglutinado en la lista unitaria de Mas y Oriol Junqueras, y lo primero que hace es centrar sus críticas en el "primer partido constitucionalista de Cataluña" un enunciado que obviamente no corresponde con la actual correlación de fuerzas en el Parlament pero sí, muy probablemente, con la cámara que resulte de las elecciones del próximo 27 de septiembre. Por otra parte, la formación naranja insistirá, antes y después de la campaña que comienza significativamente el 11 de septiembre, en que Albiol ha gobernado los últimos cuatro años en Badalona gracias al apoyo de CIU. Su figura se percibe como la de alguien que no ha exhibido excesiva contundencia con los que ahora impulsar la lista unitaria independentista.
La estrategia de Ciudadanos, que huirá del frentismo, queda resumida en estas líneas de la tribuna que firma el propio Albert Rivera en El País: "Para tener un Gobierno catalán democrático, que respete las leyes y las sentencias judiciales, que tenga las manos limpias y que no gobierne o para los separatistas o para los constitucionalistas, sino para todos los catalanes, lo que debemos hacer es no caer en la política de bandos de Artur Mas".