Los vocales izquierdistas del CGPJ mantendrán a José Manuel Bandrés como candidato al Tribunal Constitucional pese a que sólo recabó siete apoyos en el último pleno, en el que la mujer de Cándido Conde Pumpido frenó la elección de los candidatos planteados por los conservadores al negarse a abstenerse pese a que estaban en juego los nombres que luego votarán a su marido como presidente del Constitucional.
Según ha informado el CGPJ, los vocales del sector de izquierdas, Roser Bach, Mar Cabrejas, Álvaro Cuesta, la citada Clara Martínez de Careaga, Concepción Sáez y Pilar Sepúlveda y el presidente interino del órgano, el vocal Rafael Mozo han registrado la candidatura de Bandrés en el orden del día del Pleno extraordinario que se celebrará el próximo martes a las 16.30 horas para elegir a los dos futuros magistrados del TC.
Con esta decisión, el sector de izquierdas mantiene su apuesta por el candidato preferido del Gobierno. Mientras, el sector conservador planteará como candidatos al magistrado del Supremo César Tolosa y la magistrada jubilada del Supremo María Luisa Segoviano, que estuvo en la lista inicial de 9 nombres del ala de izquierdas.
Tolosa ya fue uno de los votados en el Pleno extraordinario del pasado martes, también a instancias de los vocales conservadores, obteniendo solo sus 10 votos, uno menos de los necesarios. Colocando a un nombre del gusto del sector de izquierdas, Segoviano, los vocales conservadores buscan que el otro bloque renuncie a Bandrés.
Si ambos bloques mantienen su postura y la mujer de Pumpido continúa sin abstenerse, lo previsible es que el resultado de la votación se repita: para que los candidatos salgan adelante necesitan al menos once de los veinte votos.
El sector conservador busca resolver los nombramientos antes de la entrada en vigor de la reforma planteada por el Gobierno y paralizada por el TC, y que podría reactivarse este mes de enero. Los cambios planteados por el Gobierno implican, entre otras cosas, que los elegidos sean los dos candidatos más votados, con lo que saldrían victoriosos uno de cada bloque, en el caso de la corriente de izquierdas, Bandrés. También contempla un castigo para los vocales que se nieguen a renovar los órganos judiciales.