Colabora

El temor a un Gobierno con Vox resucita la murga de la unidad separatista en Cataluña

ERC pega un volantazo y pide negociar con Junts per Catalunya tras perder trescientos mil votos en las municipales.

Los candidatos de ERC, en un mitin. | Europa Press

La cúpula de ERC aún permanece estupefacta. Oriol Junqueras pide tiempo para analizar el desastre de su partido en las elecciones del pasado domingo. Los dirigentes republicanos se contradicen. Marta Vilalta descarta una lista conjunta con Junts per Catalunya (JxCat) mientras Pere Aragonès reclama unidad y formar un "frente democrático" con JxCat. Joan Tardà, que va de verso suelto, pide a Maragall que haga alcaldesa a Colau un día después de que Junqueras haya descartado descabalgar de la alcaldía a Xavier Trias, el candidato de JxCat. Gabriel Rufián guarda silencio tras el batacazo en Santa Coloma. El desconcierto en el seno de ERC es total.

El partido republicano ha perdido 302.274 votos en relación a las anteriores municipales y ha quedado en tercera posición con 519.833 votos, por detrás de JxCat, que "sólo" se ha dejado 6.419 votos en el camino al obtener 552.089, y del PSC, el ganador en número de votos de estas municipales, si bien sus 712.949 votos del pasado domingo son 55.529 menos que los obtenidos en 2019. Fuera del podio, En Comú-Podem obtuvo 266.061 votos (-91.968); el PP, 247.113 (+85.267); Vox, 150.653 (+114.413); CUP, 133.403 (-43.071); PDeCat, 55.444 (no se presentó en 2019); y Ciudadanos, 36.710 (-255.260).

Dados los datos, el independentismo empieza a asumir que la abstención se ha cebado con sus siglas de referencia, que las bases se han disuelto y las masas del proceso han dado la espalda a los viejos líderes y a la retórica entre posibilista y pragmática de ERC. La apuesta de ERC por Pedro Sánchez ha colapsado. El socialismo ha sufrido en el resto de España los efectos de los acuerdos con ERC, de las concesiones a los golpistas, de los indultos y la reforma del Código Penal, al tiempo que una parte del electorado entiende que es mejor votar directamente a la sucursal del PSOE en Cataluña que utilizar a ERC como intermediario con "Madrid".

De los lloros a las citas

Ante el desastre, Aragonès apela a la unidad y se reunirá esta misma tarde con Jordi Turull. La última vez que ambos políticos anduvieron de reuniones fue para certificar la expulsión de JxCat del gobierno autonómico. Turull llegó al extremo de echarse a llorar en una entrevista en la radio del conde de Godó ante la cerrazón republicana mientras que en ERC se las prometían muy felices entonces, el pasado otoño, porque contaban con el apoyo del PSC para gobernar en solitario y con tan sólo 33 diputados en un Parlament de 135 diputados.

Las tornas han cambiado por completo, pero durante los últimos meses y durante la campaña, tanto ERC como JxCat han seguido con sus batallas intestinas. El tortazo de ERC le ha quitado las ganas a la dirección republicana de seguir pactando y llegando a acuerdos con los socialistas y el primer damnificado de la nueva fase es Jaume Collboni, el candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona y segundo en la contienda municipal.

Ahora la disputa entre los separatistas se basa en dilucidar quién fue el primero en lanzar la "idea" del "frente democrático". A todos les vale el análisis realizado ayer por Aragonès en su comparecencia "institucional" y que lleva la firma de Junqueras. El temor a una coalición de gobierno entre PP y Vox aviva las cantinelas sobre la unidad perdida y lo mucho que se avanzó durante el proceso cuando convergentes y republicanos iban de la mano con el concurso también de los jóvenes de la CUP.

Vuelta a la confrontación con Madrid

El independentismo da por hecho que Sánchez perderá las elecciones generales y se prepara para volver a la confrontación, el embate y las "barricadas" de los años del Procés. Ya están agitando el miedo a la derecha como primer eslogan de la campaña. Sin tiempo para digerir los malos resultados, tanto JxCat como ERC se preparan para no perder más posiciones respecto a un PSC que ya ha advertido que su rival en Cataluña no son los partidos independentistas sino el PP.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario