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La prensa de un vistazo

"No es creíble disfrazar a Cuca Gamarra de bisonte de Qanon"

Arrimadas se va, firma el fin de Ciudadanos, el PP pasa de los insultos de Sánchez y en el PSOE se huele el miedo.

Arrimadas se va, firma el fin de Ciudadanos, el PP pasa de los insultos de Sánchez y en el PSOE se huele el miedo.
Varios de los participantes en el asalto al Capitolio de los EEUU. | EFE

El Mundo

"El PP integrará a los cargos de Ciudadanos que den el paso". El Mundo rinde homenaje hoy al partido que pudo ser y no fue por los errores de sus líderes. Una lástima, sí, pero ya lo hemos llorado lo suficiente y ahora tenemos cosas más importantes que resolver. El editorial cuenta la vida política de Arrimadas que, por corta y reciente, conocemos todos. "La renuncia de Ciudadanos a presentarse al 23-J, para qué engañarse, significa el punto final de una formación que ha prestado servicios muy valiosos al constitucionalismo, especialmente en Cataluña. Pero también a la política nacional, al situar en el centro del debate público la regeneración institucional y el concepto de ciudadanía en un país de libres e iguales". Fue bonito mientras duró.

"El 28-M ha evidenciado que hoy el votante de Cs ha elegido masivamente al PP porque observa que es el único partido que tiene el potencial para representar ese compromiso con sus valores y que estos sobrevivan a la desaparición de sus siglas". Así que hala, Feijóo, te ha caído un regalito, aprovéchalo.

"Ex cargos del PSOE piden a Sánchez un giro a la centralidad y pactos con el PP para no depender de ‘populistas y extremistas’". A esos se los pasa Sánchez por el arco del triunfo. El ex-PSOE ya no puede hacer nada, tiene secuestrado al partido. Ya solo las urnas pueden acabar con el dictador. Y lo mismo a la fuerza. De momento, no ha reconocido el resultado del 28-M y ha deslegitimado al partido ganador, nada garantiza que vaya a reconocer el resultado del 23-J si le es adverso.

Bustos, que conoce bien a Ciudadanos, dice que "el partido murió en el triste invierno de 2019 porque Rivera, como él mismo me confesaría después, se había dado cuenta de que no deseaba ser presidente tanto como Sánchez; es decir, a cualquier precio. Y Sánchez también se dio cuenta, así que repitió elecciones para calcinar el centro aunque luego tuviera que sumar con una mara salvadoreña". Mira Bustos, yo te entiendo, aunque sin vínculos personales con nadie del partido, yo también fui una entusiasta votante de Rivera. Eso de que no deseaba ser presidente a cualquier precio es, simplemente, una tontería. Que Sánchez estaba deseando pactar con Podemos lo sabíamos todos. Sólo le pedíamos que intentara impedirlo. Y no le dio la gana.

"Hoy soy el único español que sigue pensando que Rivera no se equivocó". Para nada, ahí tienes a Girauta. "Que el pacto con Sánchez era imposible porque el factor personal, efectivamente, acaba imponiéndose al político. El instinto de Rivera nunca subestimó la personalidad de Sánchez: supo pronto que era inmoderable". Pues España le hubiera agradecido, y premiado, que lo hubiera intentado.

Pero vamos al presente, que el pasado no tiene remedio. Federico Jiménez Losantos compara la convocatoria del 23-J con el 8-M del coronavirus. "Ahora, decidido a implantar la República Bolivariana de Sánchez, se venga de su derrota en las urnas haciéndolas casi impracticables el día más caluroso del año, el 23-J". "El sacrificio de votar para botar a este matón no impedirá que en los hornos electorales se sucedan las lipotimias, y, salvo milagro del Apóstol Santiago, patrón de España, pero cuyo puente utiliza Sánchez para sabotear la voluntad popular, los fallecimientos". "Sánchez dijo que querrán encarcelarlo por un falso pucherazo. Todos tradujimos que podría intentar el pucherazo y hará méritos para la cárcel". Esa fue la sensación que dejó el espectáculo norcoreano del miércoles.

Rafa Latorre dice que "Pedro Sánchez acaba de desafiar al elector con unos comicios en los que se va a enterar". Y le da algunos consejos. "Si vas a atizar el miedo a la ultraderecha, al menos encárgate de que la mejor forma de conjurar el peligro no sea fortalecer la probable mayoría de tu adversario. Por lo demás, Núñez Feijóo no es el actor más creíble para la versión española del asalto al Capitolio. Disfrazar a Cuca Gamarra de bisonte de Qanon traiciona el pacto de verosimilitud con el receptor del relato, o sea el elector. Y, en definitiva, no reclames el voto útil para tu adversario". Ay Rafa, que me parto. Estoy viendo a Cuca Gamarra con los cuernos de bisonte y me descojono. Y a Feijóo colándose en el despacho de Sánchez y poniendo los pies encima de la mesa. Jajajaja.

"Aún más importante que preservar la coherencia interna de la narración es no abroncar al público. No conviene que el ciudadano perciba que el sentimiento que guía tu campaña es el rencor". Hombre, si ha convocado el día más caluroso del año para castigarnos.
"Tampoco conviene sugerir que, durante tu mandato, tus medidas las has aprobado en espera de un agradecimiento y que, si este no llega, los beneficiarios deberían devolver el incremento de su pensión o de su salario mínimo. Que no parezca que te crees que es el votante el que hace las promesas y el que debe rendir cuentas". Que no parezca que nos quieres comprar el voto con nuestro propio dinero.

El País

"PP y Vox libran su primer pulso por los pactos territoriales". "Feijóo insta a los ultras a dejar gobernar a sus candidatos, pero el partido de extrema derecha exige a los populares a sentarse a negociar y advierte de que su modelo ideal es el de Castilla y León". Esto no va a ser fácil. ¿Es imposible una mayoría absoluta de Feijóo en las generales?

Josep Ramoneda, sanchista hasta el tuétano, se une a su jefe a la vía antidemocrática de no reconocer el resultado de las urnas y rebelarse contra el ganador. Sí, los del Capitolio están en la izquierda. Como siempre, en este país.

Empieza arrodillado ante los prodigios del jefe. Una serie de lametones de perrito bien domado. "No estamos ante una simple alternancia entre un partido de derechas y un partido de izquierdas, al modo de la dialéctica PSOE-PP. Lo que se juega el 23 de julio es la permanencia de la mayoría plural de gobierno estructurada en torno al PSOE", junto a ultraizquierdistas que quieren tumbar lo que llaman el régimen del 78 y la monarquía constitucional, separatistas que quieren romper España, y filoterroristas con manos ensangrentadas en sus listas, "o la llegada al poder de una mayoría de derechas compuesta por un PP con dos almas: la conservadora —representada por Alberto Núñez Feijóo— y la trumpista —que ejerce por libre y con desparpajo Isabel Díaz Ayuso— y a su lado, como puntal necesario para alcanzar la mayoría absoluta, un partido fascista (franquista, si se prefiere, que es lo mismo) como Vox". ¿Y quién se cree Ramoneda que es para (lo de Ayuso ya lo dejamos, no tiene remedio) decir que Vox es un partido fascista? Fascista, querido Ramoneda, eres tú.

"Lo que se decide es si España entra o no en la senda del autoritarismo posdemocrático". España está ya en el autoritarismo. Sánchez es un autocrático y un déspota, y eso lo saben en su partido y en toda Europa. Lo que pretendemos, precisamente, es volver a la democracia. "Hay que defender a la democracia de sus enemigos". Por eso hay que acabar con el sanchismo.

"¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Feijóo? ¿Amagará los pactos con Vox hasta que pase el 23 de julio? El solo hecho de plantearse esta treta pone en evidencia el concepto que se tiene de la ciudadanía: ‘Vamos a engañarles durante la campaña y después haremos los que nos convenga’". ¡Pero Ramoneda!, eso es precisamente lo que hizo Sánchez. Cree el ladrón que todos son de su condición. No podría dormir con Podemos, no dejaré la gobernabilidad de España en manos de los separatistas, jamás, cuántas veces quiere que se lo repita, pactaré con Bildu. No, hombre, esa indecencia es propia de Sánchez y sanchistas como tú. Hay que tenerlos cuadrados.

ABC

"Históricos del PSOE contra el ‘insoportable’ discurso de Sánchez". "Mi partido ha iniciado una época discursiva muy parecida a los años treinta". Sí, por desgracia todo recuerda al 36. "Cascada de dimisiones en Unidas Podemos tras la debacle electoral". A ver si toma nota Pedro Sánchez.

María José Fuenteálamo dice que "el presidente de España ha salido a insultar a quienes le han dicho no, a quienes no votan lo que él quiere". Encima, "los suyos le aplauden en público los insultos por los votos contrariados. A lo mejor le están dando el beso de Judas o quizá están en modo disimulo por incomprensión o miedo al insulto". Están cabreando a mucha gente. Hasta ahora, el derrotado aceptaba la derrota y felicitaba al ganador. Sánchez ha terminado con eso. Asusta lo que pase el 24-J si no gana las elecciones.

A Álvaro Martínez también le da miedo. Si hasta a su partido le tiene asustado. "Se van a enterar estos españoles que tan mal han votado. Y decidió jeringarles las vacaciones, como castigo, para que aprendan a votar como Dios manda. Más de medio millón de ciudadanos movilizados en pleno puente de Santiago para atender las más de 60.000 mesas electorales, otras decenas de miles de apoderados de todos los partidos, un batallón de carteros, de periodistas, de policías... y de personal sanitario, claro, porque el arrebato de Sánchez hace augurar verdaderos hornos en los colegios electorales, con soponcios garantizados en esas aulas sin aire acondicionado, donde a eso de las cinco de la tarde costará hasta respirar". Es un desalmado.

"El mismo estadista que prohíbe trabajar en las obras o las fábricas cuando aprieta mucho el calor, manda a atender las urnas y el orden a un millón de personas, doce horas a la parrilla, vuelta y vuelta, por un 25 por menos que el Salario Mínimo. Todo por la patria... sanchista". Esta es su verdadera cara.

"Anda desesperado Sánchez, sin haber entendido nada de que ocurrió el domingo, echándole la culpa al empedrado, desesperado, en una especie de ira apenas contenida que se le marca en el rostro y en los gestos, incapaz de enhebrar un mensaje en el que se atisbe un mínimo de rectificación". Al contrario. Reniega del resultado de las urnas, este que presume de demócrata.

"Ahora se arranca por Iglesias y hasta por Maduro, copiándoles consignas y estrategias de inspiración frentepopulista o bolivarianas, embadurnado de victimismo y embarrando el campo, todos contra mí, identificando fascistas aquí y allá, fuera de sí, marcando enemigos. Primero daba miedo lo que sabíamos que callaba, luego nos dio miedo su monstruosa 'obra' y ahora mete miedo hasta lo que dice". Y aun más miedo lo que haga después. Menos mal que en esta ocasión policía, ejército y guardia civil están para defender la democracia.

La Razón

"Feijóo arma unas listas plurales, con guiños al centro y a Vox". "Bendodo y Tellado volverán a ser los ejes centrales del diseño de la estrategia de las generales". Yo que Feijóo me pondría una armadura.

José Luna se apunta a la teoría de la dimisión de Lucía Méndez, con un matiz. No ha sido grande como una catedral, sino "una dimisión por lo bajini pero envuelta en la vitola del valor de un líder que se revuelve en la adversidad de la derrota. Un pimiento, queridos optimistas, estamos ante un kamikaze a bordo de un avión con la tripulación acojonada".

"Las próximas generales serán un vuelco por la sencilla razón de que no se va a votar ni a unas siglas, ni a un programa ni a un candidato; lo que la calle quiere es echar de una vez a Sánchez y él lo sabe, por eso ya hace méritos para buscarse un futuro más apacible en Europa después de jugar al todo o nada con España y perder la perder la partida". Y envenenar un poquito más la convivencia. Puñetero psicópata.

Abel Hernández espera un gesto de dignidad de Sánchez. "En apariencia, Pedro Sánchez, principal culpable de la derrota socialista del 28-M, parece dispuesto a encabezar la lista del PSOE en las próximas elecciones generales. Como tiene al partido secuestrado y sometido, no necesita primarias ni otras formalidades. Veremos hasta dónde llega la rebelión interna". ¿Qué rebelión interna? ¿Los del aplauso soviético?

Sin embargo, Abel, que tiene pinta de buena persona, cree que Sánchez no es el malvado psicópata que vemos los demás. "No es descartable que Pedro Sánchez arroje la toalla y renuncie a la candidatura. Eso sería, más que el cerrojazo a la legislatura, una demostración de inteligencia política, de servicio a su partido, de patriotismo y de dignidad democrática". Ni en tus mejores sueños, Abel, Sánchez desprecia a su partido, España le importa una mierda y la dignidad democrática la dejó clara en un discurso en el que deslegitimó al adversario que le había ganado, no le felicitó y calificó de reaccionarios a los españoles que no le votaron.

En España

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