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La prensa de un vistazo

Lucía Méndez no ve ningún órdago: "Sánchez ha dimitido a lo grande"

Sánchez sorprendió a todos ayer con otro de esos órdagos chulescos que tanto le gustan. Convocó elecciones en pleno verano.

Sánchez sorprendió a todos ayer con otro de esos órdagos chulescos que tanto le gustan. Convocó elecciones en pleno verano.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | Europa Press

El Mundo


"Sánchez somete al país a un último plebiscito para frenar la rebelión interna". Bueno, esta es una de las múltiples teorías que se pueden leer hoy en la prensa. ¿Por qué, Sánchez, por qué? "Los resultados del 28-M han dejado en estado de shock a los socialistas por el calado de la derrota, inesperada por completo". ¿Y dónde anda Tezanos? Si yo fuera socialista este tío no tendría España para correr.


A Lucía Méndez se le hace el trasero cocacola con Sánchez. Es sanchista hasta la médula. "La gran dimisión de Pedro Sánchez", dice. Lucía, no ha dimitido, ha convocado elecciones en pleno julio a 50 grados a la sombra. "En una noche de insomnio en Moncloa -una más que unir a las de la pandemia-, el presidente del Gobierno y sus colaboradores tomaron una decisión loca, a la vez que lógica y coherente". Ah, que no fue Podemos el que le hizo perder el sueño, ha sido perder las elecciones. Que se jorobe, los demás hemos padecido muchas noches sin dormir después de engañarnos con sus pactos.

"A tono con lo que los españoles le dijeron el domingo en las urnas a Pedro Sánchez. Tu tiempo, tu suerte, tu osadía y tus leyes se han acabado. Fin de trayecto". Ojalá, Lucía, ojalá. "El mensaje de las urnas contenía una petición de dimisión". Que sí, chata, pero Sánchez, hasta lo que yo sé, no ha dimitido.

"Las crónicas dicen que Pedro Sánchez ha disuelto las cámaras y convocado elecciones anticipadas. Eso también. Pero lo que ha hecho de verdad es dimitir. Dimitir en estricta asunción de sus responsabilidades por haber llevado al PSOE a una debacle histórica. Es una dimisión como una catedral de grande". Vale, Lucía, que sí. ¿Has tomado la medicación? Si hubiera querido dimitir, hubiera dimitido.

A Lucía Méndez le falta santificar a Sánchez. "Ni la derecha más jaranera ni la izquierda más lunática creen que Sánchez sea capaz de tomar una decisión altruista, sin dobleces, sin perseguir fines inconfesables. Sólo por hacer lo correcto". Por qué será, Lucía, por qué será.

"Las víctimas socialistas del 28-M, los cargos públicos más conocidos pero también los menos conocidos, responsabilizan a Sánchez de la hecatombe electoral". Sánchez ha dado un órdago, Lucía, no ha dimitido. Ha dado un órdago como le hizo a su partido cuando, después de echarle de la secretaría general, dijo que se presentaría a las primarias. Lo hizo y las ganó. Sánchez pretende repetir la gesta. No ha dimitido, morirá matando, pero antes se llevará por delante a su partido. Y no se irá hasta que no le echemos en las urnas. Pero vamos, tú a lo tuyo.

Jorge Bustos no ve en el presidente la grandeza que tiene embrujada a Lucía Méndez. Convoca elecciones porque "le aterra agonizar hasta diciembre y para que no lo maten antes". "Con la noticia del adelanto electoral, Sánchez mantiene engrasada la polarización y confía en que no se hable del ganador del 28-M sino de los pactos con Vox, en enésima exhumación de la desvaída foto de Colón". Los pactos con Vox se dan por hecho, como los de Sánchez con Bildu, la ultraizquierda o los golpistas.

"A Sánchez le sobra media España pero necesita movilizar a la otra media, impedir que en ella cuaje el desánimo, activar la alerta antifa y jugárselo todo al plebiscito final. La llamada a filas electorales busca acelerar la fusión entre Belarra y Díaz para reparar su función de muleta, hoy partida. Pero persigue otro propósito que ya es pauta en la psique traumatizada del secretario general que un día fue depuesto: la última venganza contra los barones". Pobres barones, como si no tuvieran ya suficiente.

"Anoche algunos vieron el nombre de su todavía jefe en la pantalla del móvil y no descolgaron: maquinan la sucesión. Esa conjura en marcha es la que el dueño cortijero de una sigla irreconocible acaba de truncar. Más bien, posponer". "Por eso este movimiento sonambúlico de tahúr encerrado en Moncloa con su baraja está destinado al fracaso. No se entera de que ya nadie quiere jugar a nada con él. Está solo, y aún sigue mintiéndose al solitario". En fin, si tenemos que acabar con él en pleno verano, pues lo haremos.

El editorial tampoco ve la grandeza de la dimisión que ve Lucía Méndez. "El inesperado adelanto electoral anunciado por el presidente del Gobierno para el 23 de julio no puede entenderse como un acto de sobrevenida responsabilidad, sino únicamente como una nueva y desesperada huida hacia delante en la que Pedro Sánchez busca salvarse a sí mismo tras la debacle del PSOE que él mismo ha propiciado". Ya ves, Lucía, estás muy sola en tu análisis.

"No ha dudado en someter a España a otro plebiscito sobre su figura, planteado de nuevo desde el frentismo: el electorado debe elegir entre él o la alianza PP-Vox". Pero si ya te lo hemos dicho, Pedro, que te vayas al cuerno con los etarras, los golpistas y la ultraizquierda podemita. Que estamos hartos de que gobiernes para esos cuatro gatos y contra más de la mitad de España, largo, que te pires. Ya nos gustaría que Lucía tuviera razón.

Arcadi Espada dice que "dada su inefable biografía, nadie ve en el gesto del presidente un acto inequívoco de responsabilidad. En el caso del presidente nadie ha pensado admiradamente en tal ejercicio de responsabilidad: solo en la jugada que estará maquinando entre cortinajes". Ya ves que hay alguien que sí, y está en tu periódico, Lucía Méndez, que por alguna razón está deslumbrada con el truhán de Moncloa.

"Desechados los beneficios aparentes de su decisión queda la hipótesis psicológica. Meterse en su piel, con lo que eso significa". ¡No, Arcadi, no lo hagas! Es una temeridad meterse en la piel de semejante sujeto. "Y concluir que solo el narcisismo le ha llevado a tomarla. La relación del narcisismo con el suicidio es un asunto de interés, porque en la base de mucho suicidio, fáctico o metafórico, hay la convicción de que el mundo no merece al suicida, y ahí os quedáis". Sánchez no es un suicida, Arcadi. Le gusta la pelea y eso es lo que va a hacer. Va a por todas y ya ha dispuesto una millonada para comprar votos. 440 millones de euros, en concreto.

El País

"Sánchez convoca elecciones el 23 de julio". Cierto. Plano, sin elucubraciones. "La ruptura de la coalición también estuvo encima de la mesa pero se descartó. El presidente le dijo a sus ministros que España tiene que frenar la ola conservadora europea". Y que lo va a hacer él. "Ahora todo el entorno de Sánchez apoya a pies juntillas la decisión, que, sin embargo, casi nadie vio venir, y sostiene que una vez más el presidente ha recuperado rápidamente la iniciativa y ha decidido jugársela como siempre, a todo o nada. Parece evidente que el presidente no conoce otra manera de hacer política", dice Cué como cansado. No, está claro que quiere repetir la jugada de la segunda vuelta después de que el PSOE le echara de la secretaría general.


Natalia Junquera está de acuerdo conmigo. "Pedro Sánchez: todos los órdagos del presidente". Pues nada, los órdagos hay que verlos.

Pepa Bueno se inventa una realidad que no existe. "La disolución de las Cortes y la convocatoria fulminante de elecciones generales el 23 de julio busca "clarificar" —es el verbo que eligió Sánchez— si el Gobierno conserva la mayoría social que le ha dado soporte estos años o si esa mayoría social ha desaparecido". Sánchez no tiene ni ha tenido nunca mayoría social. Tenía mayoría parlamentaria, que es bastante diferente. Sánchez gobernaba -gobierna- para los filoetarras, los separatistas y la ultraizquierda mientras insulta y escupe al resto de los españoles, que sí son mayoría social. La mayoría parlamentaria la dan los escaños a causa de una ley electoral absolutamente injusta que hace que grupos que representan a cuatro gatos, como Bildu, el PNV o ERC sumen para encumbrar a un insensato sin escrúpulos como Pedro Sánchez. De mayoría social, nada Pepa.

"Es una medida de higiene democrática convocar a los ciudadanos a pronunciarse cuando se produce una derrota tan general, cuantitativa y simbólica, como la sufrida por los socialistas". Ya, sí, el déspota de Sánchez estaba pensando en la higiene democrática.

"El protagonismo del presidente del Gobierno en la campaña no ha tenido los efectos positivos que se esperaban", dice Pepa provocándome la primera carcajada del día. Pepa, por Dios, no seas ridícula, los barones no querían que Sánchez apareciera por sus campañas y lo sabe todo el mundo. Así que "el anuncio del adelanto electoral contenía a la vez un mensaje de gratitud a los alcaldes y presidentes de comunidades socialistas que han perdido sus cargos desde la noche del domingo y una manera de cercenar el ruido interno y la exigencia de responsabilidades que podía generarse a partir de ahora". Cuánto cinismo. Así que un mensaje de gratitud. Mejor dicho un aviso: cuidadito con lo que hacéis.

"El primer objetivo del anuncio de Sánchez es presumiblemente la movilización de un electorado progresista tan en estado de shock como en la misma Moncloa y frenar lo que puede ser un cambio de ciclo de poder en España protagonizado por el PP —con el auxilio necesario de Vox—". Pues es que resulta que a Vox le vota más gente que a Bildu, a ERC y a Podemos. Los votantes de Vox son españoles, más españoles que Bildu y ERC, desde luego, y tienen derechos.

José María Lasalle está feliz. "Con esta estrategia tan temeraria como audaz, Sánchez ha recuperado la iniciativa y ha sorprendido a su rival". "Juega a la ruleta rusa y ha puesto a Feijóo frente a una trampa de elefantes. ¿Qué harás ahora?, le ha dicho al líder de los populares. ¿Formarás gobierno con Vox en los ayuntamientos y autonomías en donde necesitas sus votos? ¿Ese será el mensaje que darás ante la segunda vuelta de las generales del 23-J? ¿O rehusarás gobernar con Vox y te expondrás a su enfado y a la crítica de quienes te reprocharan la decisión?". Pues naturalmente, Lasalle, si Pedro Sánchez puede formar gobierno con la ultraizquierda violenta, los terroristas y los golpistas, ¿por qué no va Feijóo a formar gobierno con un partido que, al menos, no tiene antecedentes penales como los socios de Sánchez?

"Pero más allá de estas circunstancias, lo crucial ahora está en qué decida Feijóo sin más auxilio que su instinto y su conciencia". ¿Conciencia? ¿Ha tenido Sánchez conciencia viendo como su socio metía asesinos en las listas? ¿Cómo miembros de su partido eran detenidos por comprar votos? Está muy animado el sanchismo mediático. A ver cuánto dura.

Estefanía Molina interpreta el órdago de Sánchez "para salvar a la izquierda. "O yo, o la España negra del PP con la ultraderecha". O César o nada". O Feijóo, o los filoterroristas, la ultraizquierda violenta de Podemos y los separatistas. "El Sánchez de la moción de censura de 2018 se la vuelve a jugar a PSOE o barbarie. La diferencia es que esta vez podría ser la última, y eso, en La Moncloa, seguro que lo saben". Pues nada, a jugar. Y ver cómo se lo monta para que los que estén en las mesas electorales no acaben en el hospital con el calor que hace el 23 de julio.

ABC

"Los barones culpan a Sánchez y descartan una remontada el 23-J". Se acabó la felicidad de la izquierda mediática. "Decidió con su núcleo duro, de madrugada, adelantar las elecciones para neutralizar la revuelta interna". Vamos, que no hay nada de heroico en su decisión.

El editorial dice que "la noticia es sorprendente pero encaja con el proceder habitual de Sánchez. Los golpes de efecto y los abruptos giros de guion forman parte del utillaje estratégico de un presidente que siempre ha intentado superar las distintas crisis a las que se ha visto expuesto por elevación". Sí, pasado el primer shock tampoco es tan sorprendente. Lo peor es la fecha. Una crueldad más de este tipo siniestro.

Isabel San Sebastián dice que "el gran trilero de la política española ha reaccionado a la paliza recibida en las urnas con una maniobra perfectamente calculada cuyo propósito es tratar de salvar la poltrona". Y algunas diciendo que ha dimitido. Lo que hay que oír. "La disolución de las Cortes no tiene nada de noble. Carece de la menor grandeza y es lo opuesto a un reconocimiento de culpa. Pedro Sánchez no asume «en primera persona» los resultados de los comicios, tal como ha declarado faltando una vez más a la verdad, porque en caso de hacerlo habría aprovechado su comparecencia para comunicar su dimisión", cosa que no hizo, se ponga Lucía Méndez como se ponga.

"Un movimiento muy propio de un político carente del menor escrúpulo, a quien España y el PSOE le importan menos que una higa. A él sólo le preocupa él y hará cuanto esté en su poder por reeditar a Frankenstein. En manos del centro derecha está la obligación de impedírselo entendiéndose sin demora a fin de armar una alternativa". "En palabras de Díaz Ayuso, vencedora indiscutible en Madrid, en julio habremos de escoger entre libertad o sanchismo". Se lo repetiremos las veces que sean necesarias. Hay que acabar con el sanchismo, y cuanto antes, mejor.

Pedro García Cuartango advierte. "El presidente es un jugador al que no le tiembla el pulso a la hora de responder a los desafíos". No, si es él el que desafía. "Sánchez confía en esa baraka que le ha sonreído hasta ahora. Lo tiene muy difícil, pero no imposible porque los números reflejan que ha sido derrotado en las municipales por tan sólo tres puntos, una diferencia salvable a lo largo de la campaña". Oh, Pedro, no seas cenizo. Esta campaña será diferente.

"El presidente es un superviviente de la política. Siempre ha resucitado cuando todos le daban por muerto". "Su arrogancia, la traición a sus compromisos y sus alianzas han acabado por pasarle factura. Pero hay una cierta grandeza en este personaje que no se arredra en las situaciones más hostiles y que planta cara a un destino adverso". Es un mal bicho. Esa grandeza la tiene Ayuso sin necesidad de engañar, mentir, traicionar y jugar sucio.

Ignacio Camacho ve en el gesto de Sánchez, "el último espasmo, el órdago a la desesperada de un gobernante sobrepasado por la incapacidad de entender y aceptar las causas de su fracaso". Este hombre es agotador.


La Razón


"Sánchez adelanta elecciones porque PP y Vox no llegan al 40%". Pues habrá que arreglar eso. "La decisión tomada por Pedro Sánchez de disolver las Cámaras, resignar el Gobierno y convocar elecciones podría interpretarse como el gesto audaz de un político que no se conforma con la derrota, de no ser porque el proceso de toma de decisiones presenta tan serias anomalías que hace muy cuesta arriba no fijarse en los claros ribetes del oportunismo más pedestre", dice el editorial.

En cuanto a la fecha, "un domingo en pleno verano, que se convierte en un largo puente festivo en varias comunidades autónomas, puede, ciertamente, desincentivar la participación de los ciudadanos, muchos de ellos abocados al más incómodo proceso del voto por correo, pero nadie puede garantizar que esa abstención inducida vaya a perjudicar al centro derecha exclusivamente, en la creencia, absolutamente falsa, de que sólo las clases medias conservadoras se van de vacaciones". Hay que ser imbécil para pensar eso.
"No le será fácil a Pedro Sánchez devolver el espíritu de combate a un PSOE con la moral baja, desfondado, y con muchos militantes y simpatizantes caídos en el paro y tratando de rehacer sus vidas profesionales". Y con más ganas de darle una patada en el trasero que de votarle.

No hay más que leer a Tomás Gómez. "Ha dañado profundamente al partido y al país. Por eso, lo honesto sería que hubiese renunciado a ser el próximo candidato a la presidencia del Gobierno y que el PSOE hubiese podido encauzar un nuevo proyecto político, con un nuevo líder al frente. Pero eso requería generosidad". Ay, Tomás, qué razón tienes. A ver cómo os quitáis a este lastre de encima.

Marhuenda dice que "estamos ante una medida muy desesperada motivada por un cálculo estrictamente partidista que fastidia las vacaciones de mucha gente. Lo razonable hubiera sido a la vuelta del verano". Está castigando a los españoles por no haberle votado, él es así.
"Una de las esperanzas del barón feudal de La Moncloa reside en aprovechar los pactos entre el PP y Vox para movilizar a sus escuálidas huestes. Es una tezanada o chorrada". Qué pesados. ¿Pero no han visto el resultado de Vox este 28-M? "La campaña del PP es muy sencilla, porque es suficiente con que recuerde diariamente quiénes son los socios de Sánchez: comunistas, antisistema, filoetarras e independentistas". Porque tampoco hay tiempo para mucho más y la gente está hasta el gorro de campañas.

En España

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