Sin atisbo de rubor, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo una cerrada defensa del fiscal general del Estado, volviendo a emplear la palabra bulo, en la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo.
En respuesta a una pregunta de la prensa sobre los "informes de la UCO y tal", que prueban entre otras cosas que el fiscal borró mensajes incriminatorios en el caso de la filtración contra el novio de Ayuso que después han sido hallados en el dispositivo de la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, Sánchez alegó que lo que deberían hacer medios y partidos es pedir perdón al acorralado Álvaro García Ortiz.
"Horas y horas de tertulias, ríos de tinta en los medios de comunicación conservadores, diciendo que el fiscal tenía que dimitir y resulta que se dice que no hay ningún mensaje que pruebe esa acusación tan grave", afirmó Sánchez olvidando el resto de datos del informe, que señalan directamente a Moncloa, y también dejando de lado la obviedad de que no hay mensajes porque fueron eliminados.
"La pregunta es: ¿quién va a pedir disculpas? ¿quién va a pedir perdón al fiscal general del Estado", afirmó Sánchez con un insólito aplomo ante la avalancha de evidencias contra la Fiscalía. "Por favor, elevemos un poco el debate político", llegó a decir, quejándose de los "bulos" y la "desinformación" de la que su respuesta estaba siendo un vivo ejemplo.