Buzos y personal técnico especializado de la Guardia Civil está trabajando para conseguir llevar a puerto al narcosubmarino detectado en los últimos días en la provincia de La Coruña y que se fracturó en dos partes cuando se intentó acercarlo a la costa con un remolcador. Exactamente, parece que la parte de proa quedó sumergida tras el colapso de la estructura mientras la zona de popa permaneció a flote.
El sumergible tiene unos 15-20 metros de eslora –mucho más pequeño que las medidas que son habituales en un submarino militar– y fue encontrado a la deriva por un barco pesquero a la entrada de la ría de Muxía-Camariñas. Los pescadores aseguran que cuando lo encontraron tenía la escotilla abierta, lo que posiblemente se dejó así para que el agua se colase en el interior del sumergible y fuera más rápido su hundimiento.
Las medidas de este submarino, mucho más pequeño respecto a las dimensiones que suelen tener los sumergibles militares, son muy similares a los otros dos narcosubmarinos que ya se habían encontrado en ocasiones anteriores en las rías gallegas. Se trata de los casos del narcosumergible de Aldán en el año 2019 o el encontrado a la entrada de la Ría de Arousa en junio de 2023.
Las primeras pesquisas hacen indicar que no tiene drogas en el interior, es decir, que fue dejado a la deriva y lista para que se hundiese una vez que los narcotraficantes ya habían descargado los estupefacientes que transportaba en la playa. De hecho, diversas marcas en la arena encontradas en las últimas horas en la playa de Area Maior en Camariñas hacen sospechar que la descarga se habría realizado allí.


