A lo largo de las décadas, la banda terrorista ETA ha matado a más de 800 personas que sufrieron las consecuencias de los actos de unos asesinos que, en pro de unas ideas, veían lícito asesinar. Entre las víctimas había de todo: hombres, mujeres e incluso niños. El miedo que sembraban era máximo y en el año 1997 con el secuestro de Miguel Ángel Blanco, la sociedad se unió contra los terroristas.
Es curioso cómo los que controlan la historia pueden llegar a hacer olvidar una figura tan importante como la de Miguel Ángel Blanco. El ex concejal del Partido Popular es muy conocido por la sociedad que vivió aquellos días con temor, pero la mayor parte de la juventud que no vivió aquella época crece ajena a su figura.
Personas que han participado en atentados de la banda e incluso han llegado a asesinar inocentes hoy están en las listas electorales de Bildu, el brazo político de ETA. En ningún país civilizado, condenados por terrorismo y asesinos están presentes en listas electorales, pero en España sí. El Gobierno de coalición depende de la formación política que da cobijo a esos asesinos y tienen poder de decisión sobre un Estado que odian, pues mataban, supuestamente, para separarse de él.