Tal y como ocurrió en la campaña de las municipales y autonómicas el PSOE está empezando a cometer errores grotescos de cara a la nueva convocatoria electoral del 23-J.
En sólo un día los socialistas han vuelto a poner a Bildu en el centro de la campaña gracias al Delegado del Gobierno en Madrid y, por si esto no fuera suficiente, han presentado una grotesca denuncia contra tres medios de comunicación y tres empresas demoscópicas por supuestos incumplimientos legales de los sondeos.
Si bien es cierto que la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) marca una exigencias completamente fuera de lugar para los sondeos publicados desde una convocatoria electoral, no lo es menos que nadie ha exigido jamás su cumplimiento íntegro, entre otras razones porque no tiene ningún sentido, por ejemplo, que haya que publicar el domicilio social de la empresa que hace la encuesta.
Pero lo peor quizá es cómo el PSOE revela una debilidad enorme con su denuncia, que resulta poco más que un intento patético por desprestigiar unas encuestas que, encima, acaban de demostrar su validez en las pasadas elecciones.
Y por si fuera poco, los socialistas demuestran una doble moral absolutamente alucinante cuando ellos llevan desde su llegada al poder usando al CIS de José Félix Tezanos como una herramienta política a su servicio, sin ningún recato y sin preocuparse de lo que digan ni la Loreg ni ninguna otra ley.



